El proyecto de Ganancias no sólo afectó internamente a Cambiemos, también desencadenó un fuerte internismo en el bloque de senadores del Frente para la Victoria (FpV). Dentro de esa puja interna, el jefe de la bancada, Miguel Ángel Pichetto está esperando que el tema se resuelva en el Congreso nacional para avanzar contra La Cámpora y quitarse de encima a los senadores ultra K.
En la Cámara Alta el kirchnerismo puro tiene ocho senadores, cinco de ellos son camporistas. Marcelo Fuentes (Neuquén), Ana Almirón (Corrientes), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Virginia García (santacruceña y cuñada de Máximo Kirchner) y María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe), responden a la agrupación que lidera el diputado nacional Máximo Kirchner.
Por su parte, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara, la chubutense Nancy González y la santacruceña María Ester Labado, la jujeña Fellner algunos los incluyen dentro del sector K.
La idea de Pichetto es cortar con el lastre de los K para de esa manera moverse con mayor libertad y sin obstáculos. “La Cámpora sólo pone palos en la rueda y lo único que hace es complicar las negociaciones con Cambiemos”, le dijo a Noticias Urbanas un colaborador del jefe del bloque. Juan Manuel Abal Medina acompañaría al senador rionegrino, más allá de su perfil más progresista.
“Se oponen a todo lo que presenta el oficialismo y le hacen la vida imposible a Pichetto”, agregó.
Si se deshace de ellos, el jefe de la bancada podría ejercer una mayor influencia en la Cámara Alta, tanto dentro del bloque como con Cambiemos. Negociaría con el oficialismo con mayor poder y no perdería tiempo en peleas internas con los camporistas.
Pichetto cree que el tema de Ganancias le servirá de excusa ante los gobernadores y el resto del bloque para apartarse de los K puros.
Al ver los problemas que le trajeron a los mandatarios provinciales avalando el proyecto del massismo sobre Ganancias, todos en el peronismo se convencerán que hay que despegarse de La Cámapora.