Mientras siguen corriendo los rumores de una eventual retirada de Alfonso Prat Gay de las arcas del Gobierno por la mala negociación en torno al proyecto que busca reformar el impuesto a Ganancias y que habría despertado el malestar del propio presidente Mauricio Macri, el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, logró poner paños fríos a la caliente confrontación política que causó esta iniciativa en una reunión realizada durante la mañana de este martes en el Hotel Savoy con la CGT, en principio.
Como logró trascender, a Prat Gay le costaron caro sus errores en la negociación en torno a esta iniciativa, y le fue echado en cara no haber consultado este tema con la cúpula de la CGT previamente. Incluso, a la misma Argentina le costó caro la falta de previsión del ministro de Hacienda de la Nación, dado que hubo que gobernadores, organizaciones sociales y diferentes bloques políticos que le saltaron a la yugular al Gobierno, que no pudo escudarse tras los dichos de un presupuesto nacional insuficiente.
De esta manera, Prat Gay fue corrido de la negociación y la figura de Frigerio trajo aire fresco: logró el acuerdo no sólo con la cúpula obrera sino también con 21 de los 24 gobernadores al cerrar que el dinero para saldar este proyecto, de esta manera el Gobierno nacional cubrirá a las economías provinciales en gran medida.
El funcionario explicó que de los 27 mil millones de pesos previstos en el Presupuesto para la modificación de Ganancias, el nuevo proyecto provocará un salto a alrededor de 33.700 millones, cuyo coste extra (6.7 mil millones de pesos) será saldado, en un 50 por ciento por los presupuestos provinciales mediante Aportes del Tesoro Nacional (ATN) girados al instante por Ministerio del Interior mientras el resto será cuestión del Estado Nacional.
“Los gobernadores pusieron las cosas en su lugar”, subrayó Frigerio en crítica al proyecto acordado en Diputados por el Frente Renovador de mano de Sergio Massa y el kirchnerismo, de mano de Axel Kicillof, que “elevaba el costo fiscal en más de 100 mil millones de pesos”. “Primó la sensatez y la racionalidad por lo que llegamos a un acuerdo que está muy cerca de tener los recursos fiscales que estaban ya previstos en el Presupuesto”, completó.
Es que, tal como fuentes de la Casa Rosada contaron a Noticias Urbanas, los gobernadores que “pusieron palos en la rueda” en la solución encontrada a partir de la intervención de la ATN fueron Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna (La Pampa) y Juan Luis Manzur (Tucumán), quienes decidieron ausentarse a la reunión de un proyecto que habría perjudicado a sus pares. Sin embargo, tal como indicó la fuente, “la coherencia primó” y los gobernadores decidieron no respaldar el proyecto inicial de Kicillof y Massa cuyos números habrían caído en un mal cálculo.
“Decidimos con los gobernadores que Argentina no se puede permitir la irresponsabilidad de crear nuevos impuestos que puedan afectar la llegada de inversiones que no nos permitan crecer; hemos reinstalado el impuesto al juego, con lo cual, con otras modificaciones nos acercamos mucho al costo de la propuesta”, indicó también el funcionario nacional.
Kicillof, hijo de la década donde “no hubo magia”, comprendería entonces que tampoco podría aparecer el dinero de una galera para saldar tamaña pretensión.
Al respecto, Prat Gay afirmó: “Son muchos los bloques que empatizan con la idea de gravar la renta financiera y en el gobierno también tenemos esa idea pero creemos que tenemos que hacerlo de manera muy cuidadosa para no estar afectando el ahorro y para no estar confiscando rentas, que en realidad no son rentas si no el mero paso de la inflación”, sostuvo.