El Gobierno nacional explicó que la medida de reintegrar a los consumidores que realizaran compras con tarjeta de débito del 5 por ciento del IVA tenía un “alto costo fiscal” y “no cumplía con el objetivo de fomentar el uso de las tarjetas”.
Por esto, esta modalidad que se mantenía vigente desde el 2001 se interrumpirá. Una fuente oficial indicó que “la idea es compensar parcialmente el costo de la reforma en el impuesto a las ganancias y además la gente no usaba más la tarjeta de débito por esta devolución”.
En cambio, cabe destacar el beneficio del 15 por ciento por el uso de las tarjetas para jubilados que cobren la mínima, pensionados y a aquellos que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por embarazo.
El régimen se aplica a las operaciones que se hagan hasta el 31 de diciembre de 2017, y el decreto determina que la devolución será del 15 por ciento del monto abonado por las operaciones de compra, en tanto no supere el monto máximo de 300 pesos por mes y por beneficiario; y en el caso de la asignación universal por hijo, por embarazo y pensiones por fallecimiento, el reintegro se considerará por cada prestación recibida.
El costo fiscal de esta medida fue de 5890 millones de pesos en 2016 y está previsto que llegue a 17.138 millones de pesos en 2017.