Otra muestra de que el capitalismo logra irrumpir cada vez con mayor fuerza en cada una de las esferas, incluso en la eclesiástica, se ha explicitado con la apertura de un local de Mc Donald’s en el Vaticano.
No sólo por eso generó revuelo y polémica, tras el aval del Papa Francisco para que los cardenales y obispos puedan ir a almorzar hamburguesas con papas fritas, sino que fue puntualizado como una “desgracia y aberración” por el cardenal Elio Sgreccia. Sucede que el local está precisamente situado bajo un edificio en el habitan varios cardenales veteranos.
El establecimiento, ya apodado por muchos como “McVaticano”, se encuentra ubicado en un bajo de más de 530 metros cuadrados de superficie, por el que la compañía estadounidense pagará más de 30.000 dólares mensuales.
Los rumores sobre la apertura del establecimiento empezaron en octubre del 2016, por la entrevista que Sgreccia en una entrevista concedida al diario italiano “La Repubblica” afirmó que “vender hamburguesas” en Borgo Pio (en las inmediaciones del Vaticano) era, cuanto menos, desafortunado.
Restará ahora esperar para conocer cuáles son los gustos del Sumo Pontífice.
