Residentes del Barrio Miró, de Lomas de Zamora, cortaron el Camino Negro a las 6:00 de la mañana, en una acción que tendrá impredecibles consecuencias. La causa original del piquete fue la falta de agua en el barrio mencionado, pero a lo largo de las horas, la explosiva situación social que impera en el Conurbano atrajo a más manifestantes, que fueron sumando sus propias reivindicaciones.
Fue así que alrededor de las 11:00 de la mañana se pudo ver por las pantallas de los canales de noticias otro corte, éste en Puente La Noria. Allí una vecina reclamaba por mejoras en la seguridad, inclusive exclamando que “queremos que vuelva la Gendarmería”, a la vez que otro hombre denunciaba que por la inseguridad “perdí a dos hijos”. Mientras tanto, la primera interlocutora también denunciaba que “en un día hubo cinco robos con armas” en un barrio cercano.
Un rato antes, otros vecinos se acercaban a las cámaras reclamando porque se les había cortado la luz, a lo que había que sumarle la falta de luz que sufren también los residentes del Barrio Miró, que suman tragedias cotidianas a causa de la conducta desaprensiva de las autoridades, que favorecen a las empresas concesionarias desembozadamente. La responsable del corte de agua es, paradójicamente, la empresa que debería proveerla. Ésta es AySA, que tendió un caño en las cercanías del barrio y, desde ese momento, el agua desapareció de las cañerías del Barrio Miró.
Los vecinos reclamaban por esos dos meses que llevan sin agua y por las dos semanas que llevan sin luz. El reclamo de los miembros del piquete es tan sencillo y fácil de reparar, que casi lleva a pensar en cierta condescendencia criminal. Piden que el Municipio de Lomas de Zamora prosiga con el envío de camiones cisterna, que al dejar de enviárseles provocó la crisis que culminó, por ahora, con el piquete.
El corte se produjo a la altura de la calle Itatí, a unos 300 metros del Puente La Noria y los que iniciaron el corte fueron unas 60 personas, a las que se les fueron uniendo otras y a las 11:30 ya eran más de dos centenares.
Paralelamente, con cierta morosidad rayana con la insensatez, la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) envió a los medios un comunicado en el que anunció que las soluciones reales para los vecinos van a estar listas entre el mes de julio y el de agosto. Paradójicamente -otra paradoja, y van varias ya- quizás esta actitud signifique echar nafta a un fuego que, según la naturaleza de su actividad, debería ser ahogado en agua.
Como para agregar aún más dramatismo a la situación, casi por deporte, AySa volvió a anunciar que desde “las ocho del domingo hasta la madrugada del lunes en algunos sectores de los partidos de Morón, Tres de Febrero, La Matanza, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes y en barrios del centro, oeste y sur de la Ciudad de Buenos Aires” podría haber falta de agua o baja presión por la inspección de una cañería.