El aumento en combustibles del 8 por ciento que empezó a regir esta semana fue uno de los más anunciados, y se concretó tras meses de idas y vueltas sobre el día y el porcentaje. El litro de nafta súper escala por encima de los 18,45 pesos en la Ciudad de Buenos Aires con YPF -es superior en el interior del país- y arranca en 18,85 pesos con otras marcas más caras.
El anuncio se enmarcó en un acuerdo de transición hacia el fin del barril “criollo” para que el país ya no esté a contramano del mundo. Ahora el petróleo está en suba -el WTI cerró a USD 52,39 el barril- y los precios en todo el mundo suben, pero si baja se expresan en las expendedoras de combustible. En la Argentina, esto no ocurría ni ocurre, y la idea es liberar los precios hacia delante.
El rubro energético local afronta varios obstáculos. La devaluación del peso impacta en el precio, los costos internos suben por la alta inflación y hoy el país necesita inversiones para aumentar la producción local. Con todo, la nafta argentina se mantiene entre las más caras de la región.
El litro de nafta súper se paga USD 1,16 al tomar el promedio de los valores del mercado, unos 15 centavos por encima del promedio mundial, según consigna el sitio Global Petrol Prices, que hace un seguimiento país por país con datos oficiales. Este valor está muy por encima de Bolivia (USD 0,59) y los Estados Unidos, donde se ubica en 0,69 centavos de dólar.
El valor en México es de USD 0,82 por litro, mientras que en Paraguay se ubica en USD 1, con precios actualizados al 9 de enero. Esto explica la razón de que muchos argentinos crucen la frontera para cargar el tanque del auto en el país fronterizo. Cargar un tanque de 50 litros sale 805 contra los 932 pesos en la Argentina, con los valores actualizados.
La nafta de Chile se ubica levemente más barata que la de Argentina -USD 1,15 -, mientras que en Brasil (USD 1,18) y Cuba (USD 1,36) resultan más caras que en suelo local. Uruguay, país que depende enteramente de la importación de petróleo, tiene la nafta más cara de la región: los 1,57 dólares por litro hacen que la nafta salga un 35 por ciento más que en Argentina.
La oscilación del barril del petróleo no es el único valor que condiciona al precio de la nafta en cada país. El precio de los impuestos internos y la devaluación son claves en los cambios de los valores al público. Es por ese motivo que, por ejemplo, el litro en Venezuela cuesta un centavo de dólar. El país es un gran productor de petróleo y por eso es tan barata, pero la depreciación de la moneda local incide con fuerza en este número final: los precios de una economía con hiperinflación están distorsionados.
El componente impositivo de los hidrocarburos impacta en el precio final que paga el consumidor argentino con su bolsillo, y como es un componente imprescindible para financiar a las administraciones de las provincias productoras, el valor cambia según la localidad y el municipio.
La petrolera estatal YPF es líder en el expendio de combustibles, con una participación del 57 por ciento en el mercado. Le siguen Shell (17,9 por ciento); Axion (14 por ciento); Petrobras (5,5 por ciento), y Oil Combustibles (3,5 por ciento).