Finalmente la Legislatura no sesionó este sábado para tratar una serie de proyectos de gran importancia para los porteños. Como en todas las sesiones de fin de año, en ésta iban a tratarse muchas propuestas que el jefe de Gobierno considera estratégicas para su administración. De todos modos -al contrario de lo que sucede habitualmente- esta vez el motivo de la suspensión no fue el disenso entre oficialistas y opositores, sino que se originó en la falta de acuerdos internos entre los diputados de la propia Alianza oficialista y también la presencia amenazante de trabajadores municipales en la puerta .
El reclamo de los empleados municipales frente a la Legisaltura por los haberes atrasados y rechazando los LECOP tiñó la tarde de negociaciones interminables, que fueron pospuestas para la mañana de hoy habiendo un principio de acuerdo. El pago de 80 millones a proovedores habría dejado sin liquidez al gobierno para hacer frente a sueldos y aguinaldos por lo que le restan conseguir alrededor de 60 millones para tal fin. La Legislatura es presionada permanentemente por el Ejecutivo para que lo saque de este brete y habilite la emergencia. Esta está acordada ya y será por 180 días, negándole los superpoderes que pedía Ibarra pero concediéndole entre otras cosas la posibilidad de tomar crédito público hasta la suma de 218.550.189 pesos y retocar el presupuesto salvo en las áreas sociales.
El otro tema que aún no tiene solución tiene que ver con dos propuestas en plano social para subsudios, uno presentado por Enrique Rodríguez que habría conseguido la mayoría simple para su aprobación y otro presentado por el diputado Eduardo Valdés. La Alianza no sabía como parar la iniciativa de su aliado de FORJA 2001, demasiado onerosa para las flacas arcas de la ciudad.
Si las cosas siguieran el camino previsible, este domingo alrededor del mediodía los diputados deberían estar sentados en sus bancas, dispuestos a votar 18 proyectos, entre los cuales descuellan el tema de los municipales, la ley de emergencia económica, el Fondo social, la postergación de la ley de presupuesto, la ley que regulará la recolección de los residuos urbanos, la ley de Código Fiscal y la ley tarifaria.
Durante todo el viernes y el sábado los teléfonos de los diputados oficialistas y opositores no pararon de sonar, pero en el seno de la Alianza no hubo consenso para presentar un proyecto de Ley de Emergencia Económica que su bloque pudiera defender sin fisuras. Los puntos que generaron una fuerte discusión interna fueron:
a) Los alcances de la emergencia: había algunos diputados que pensaban que debía durar un año, aunque al final parece haber habido consenso en que dure seis meses. En el ínterin se barajaron distintos plazos (45, 60 y 90 días).
b) La conformación de un Fondo de Emergencia Económica. Ibarra no está de acuerdo con este mecanismo. Piensa que con la implementación de los planes sociales habituales es suficiente para enfrentar la coyuntura. En este punto el oficialismo habría consensuado la creación de un fondo adicional de 80 millones de pesos mensuales, que se sumará al gasto social habitual. De todos modos, en el Departamente Ejecutivo no están seguros de que alcanzarán a recaudar esa suma.
c) Algunos diputados -especialmente los radicales- opinaban que la delegación de poderes que le solicitó Ibarra a la Legislatura es excesiva. El acuerdo al que arribó el oficialismo incluyó un fuerte recorte a la solicitud original del jefe de Gobierno porteño.
d) Un grupo de diputados se mostraba reacio a permitirle a Ibarra que abone los salarios al personal con bonos alternativos, como los LECOP. Finalmente, se habría impuesto el punto de vista del Ejecutivo porteño, en el sentido de que se pagará con la moneda disponible, utilizando en primer término los pesos existentes para los salarios del personal y recién en segundo término se tendrá en cuenta a los proveedores para utilizar esta moneda. Los saldos se abonarán en LECOP, o con los bonos disponibles en la Tesorería porteña.
e) Habrá un aumento en los impuestos. Por ahora -y sólo por ahora- el oficialismo asegura que la única tasa que sufrirá variaciones es la de Ingresos Brutos para los grandes hipermercados, que pasarán a abonar el 3,70 por ciento. El Ejecutivo quería aumentar los Ingresos Brutos a los comercios que recaudan más de 400 pesos por día, a lo que el justicialismo se opuso con firmeza, lo que abortó la iniciativa.
El justicialismo había presentado dos proyectos de ley alternativos, uno de emergencia económica para el gobierno, no para la Ciudad en sí misma y otro para la creación de un Fondo de Emergencia Social. Los asesores del bloque de la Alianza reconocieron que algunos puntos de estos dos proyectos fueron incorporados al texto que hoy será convertido en definitivo "porque estaban muy bien elaborados, mejor todavía que los nuestros".