Según un informe elaborado por la organización Fores, “el sistema de Justicia funciona sólo 190 días al año. Si a ello sumamos que se trabajan seis horas diarias, el resultado es de 132 jornadas”. Es decir, 132 días para resolver los casos judiciales de más de 40 millones de argentinos.
Considerando el exceso vacacional de quienes velan por nuestros derechos, el Gobierno impulsa una reforma para suprimir la feria judicial. Eso hizo saltar a los abogados, que dejaron a un lado la Constitución para defender su “derecho”.
En un acto de discriminación absoluta hacia el resto de los profesionales y trabajadores, en los que incurre habitualemente, Jorge Rizzo, el cuatro veces presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, no está de acuerdo en trabajar cuando sube un poco la temperatura. Dijo que “es imposible caminar con 35 grados”, que “es un tema de salud” porque los abogados usan corbata y que no se puede sacar porque “es un derecho concedido”.
Más a tono y comprensivo con la posibilidad de abrigarse ante otra potencial “dificultad” laboral, Jorge Rizzo manifestó que “con la feria de invierno, no habría problema. Pero la del verano sí habría que mantenerla, por un tema de salud. Con el tema del trabajo, es imposible andar caminando por el centro con 35, 36 o 37 grados. Imagínese en Santiago del Estero”, explicó el abogado al periodista Luis Novaresio en radio La Red.
“Es un tema de salud. Es muy complejo. Yo, por ejemplo, hace muchísimos años que estoy en una campaña para que desde diciembre a marzo, los abogados no se pongan una corbata. Afortunadamente, empezó a dar resultado”, agregó.
Por último, advirtió que considera difícil el avance de la eliminación de la feria, debido a que se trata de un derecho adquirido: “Es casi como que esos derechos están concedidos, acordados. Es muy difícil retirarlos”, finalizó Rizzo.