Mientras que en Argentina las manifestaciones son moneda corriente y los cortes a arterias esenciales de la Ciudad como la 9 de julio, Rivadavia, avenida De Mayo o Corrientes hacen una odisea trasladarse en el Centro porteño, en Estados Unidos la tolerancia es nula.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, hizo un intento fallido de poder controlar los cortes a través de la Ley Antipiquetes a fin de evitar que un grupo de manifestantes limiten la libertad de tránsito del resto de los trabajadores que quedan varados en longevos embotellamientos. Sin embargo, en el gigante norteamericano lograron deshacer un corte en sólo 30 segundos, aunque usando una gran cuota de violencia.
Es que allí los cortes de calles y avenidas en es considerado como un delito sobre el que actúan con gran velocidad las fuerzas de seguridad. Y esto quedó en evidencia este miércoles, cuando un grupo de manifestantes intentó realizar una barricada en Portland, en la intersección de en Southwest Yamhill y la 6ª Avenida.
La intervención policial dejó un saldo de 14 manifestantes presos por “desorden público” e interferir con el transporte público.
Sin embargo, el alcalde de Portland, el demócrata Ted Wheeler, decidió recibir a los activistas para atender sus reclamos.