En una diferenciación absoluta de lo que fue el gobierno de Barack Obama, el presidente de EE.UU. Donald Trump dejó claro durante su primer discurso ante el Congreso que su labor se centrará en los asuntos internos de su país, y que respetará el derecho de todas las naciones de “trazar su propio camino”.
“Mi trabajo no consiste en representar al mundo entero. Mi trabajo consiste en representar a los Estados Unidos de América”, dijo Trump (en directa alusión a Obama). Y siguió pegándole cuando agregó que lo mejor para su país es que hayan “menos conflictos, no más”.
Donald Trump, también condenó los recientes ataques y amenazas contra la comunidad judía y el asesinato de un inmigrante de India al inicio de su discurso.
“Si bien somos una nación dividida por la política, somos un país que está unido y condenamos el odio y el mal en todas sus horribles formas”, afirmó Trump al inició de su discurso.
En una definición clave para el futuro mundial afirmó que “EE.UU. está dispuesto a encontrar nuevos amigos y forjar nuevas alianzas donde los intereses compartidos concuerden”, y la presente administración supondrá una interacción “directa, poderosa y significativa” con el mundo, según recalcó el mandatario alejándose del aislamiento del que se lo acusa.
Hoy EE.UU. tiene amistades con antiguos enemigos” dijo el presidente, recordando que algunos de los actuales aliados más cercanos lucharon hace décadas en lados opuestos de guerras mundiales. “Esta historia debe darnos fe en las posibilidades de un mundo mejor”, añadió.
Doble palo a Obama
Si bien nunca se llevaron bien con su su antecesor, más bien casi que se odian, el traspaso del poder fue correcto. Pero Trump se cansó. El último dardo contra Barack Obama lo lanzó este martes. En una entrevista en la cadena amiga Fox News, dejó caer la posibilidad de que los hombres de Obama estuviesen detrás de las filtraciones que han sacudido en las últimas semanas la Casa Blanca. Más seguro se mostró al tratar la ola de protestas ciudadanas contra representantes republicanos. Ahí, lo acusó directamente a su antecesor. Pero lo hizo guardando la distancia, evitando el cuerpo a cuerpo. “Creo que esto es política y tengo la piel gruesa”, explicó Trump.
