En física, el principio de incertidumbre dice que “cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su cantidad de movimientos”. Este principio podría aplicarse tranquilamente a la lamentable actualidad fútbol argentino, ya que cuanto más profundo se quiere mirar para entender lo que pasa, menos se sabe para dónde puede disparar la cosa.
El jueves fue un día movido. Con mil y una reuniones, que finalmente no cambiaron nada: los futbolistas ratificaron el paro y no habrá fecha este fin de semana, o hasta tanto la plata que se prometió no esté depositada en sus cuentas.
El Gobierno salió a aclarar que el dinero ya había sido transferido, pero Armando Pérez -presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA- dijo que no había llegado nada. En el medio se filtró un comunicado de la entidad que rige el fútbol nacional, en el que presionaba a los clubes a presentarse a disputar la fecha 15, bajo apercibimiento de quita de puntos y sanciones económicos si no lo hicieran. Primero se desmintió esta información, aunque a última hora de la noche se hizo oficial.
Mientras el día pasaba y el calor sofocaba, los dirigentes también se juntaron para destrabar el conflicto. No una, sino dos veces. Y acordaron crear un fondo solidario para Futbolistas Argentinos Agremiados -de unos 56 millones de pesos-, y entre todos se pusieron de acuerdo en cobrar lo mismo (incluso los grandes) para equiparar la balanza, y así los clubes más comprometidos puedan saldar sus deudas.
Pero Sergio Marchi y los futbolistas no escucharon ninguna opción -ni siquiera la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo-, y se mantuvieron en la postura de “retener tareas” hasta que no se paguen los sueldos atrasados.
A las 11 comenzó la reunión en el Ministerio de Trabajo. Allí se verán las caras Marchi y la Normalizadora, para tratar de llegar a un acuerdo pese a que las posturas son tan distintas como firmes de un lado y el otro.
La Primera B sería el único torneo que comenzaría el fin de semana.