El masivo acto que convocó la Confederación General del Trabajo culminó con la certeza entregada por los dirigentes -Juan Carlos Schmid lo dijo ante el micrófono- de que “a fines de marzo o principios de abril” va a haber un paro general. De todos modos, existieron incidentes sobre el final, cuando algunos manifestantes atacaron a los referentes de la central obrera al grito de “Paro General” o “Ponele fecha, lpqtparió”.
El acto se inició a las 15:00 casi en punto, una hora antes de lo previsto y duró muy poco tiempo, quizás por el clima que lo rodeaba, en el que campeaban los desacuerdos tradicionales del movimiento sindical argentino, en el que siempre existió una fuerte división entre los “duros” y los “blandos” o, como los llamaba Perón, los “apresurados” y los “retardatarios”.
El palco estaba erigido en Diagonal Sur y Moreno, frente al Ministerio de la Producción, que fue la excusa que utilizaron los dirigentes para no realizarlo en la PLaza de Mayo. Todavía quedan algunas negociaciones pendientes con el Gobierno, que los dirigentes no desean cortar. En ese curso van las amenazas de Jorge Triaca acerca de quién maneja el dinero por la deuda de las obras sociales que se transferiría a los sindicatos.
Durante el acto, el primero en hablar fue el triunviro Carlos Acuña, que entregó un homenaje a los asistentes, a los que felicitó por su compromiso, antes de exigirle al Gobierno: “Basta de manoseos”, reclamó.
Luego, fue el turno de Juan Carlos Schmid, que primero puso en acento en una de las razones de la convocatoria. “¿Dónde está la política de inversiones? Las importaciones están terminando con la producción nacional”, cuestionó.
Luego el secretario general de Dragado y Balizamiento adelantó que “venimos a anunciar medidas de fuerza para fin de mes, por la brecha social”, precisando que el paro será “a fines de marzo o principios de abril”.
Ante los gritos de la multitud, que exigían celeridad en la convocatoria a una huelga general, Schmid volvió a afirmar que “vamos a ir a un paro nacional, vamos a ir a una medida de fuerza”, enfatizó.
El último orador fue el sindicalista del gremio de Sanidad y triunviro cegetista Héctor Daer, que reclamó que “el paro tiene que ser como esta marcha, acompañado por todos“, para pasar a reclamar que “vinimos acá a decirle al Gobierno que no estamos de acuerdo en su política económica ni social. Cada vez los que menos tiene son lo que peor la pasan“, manfestó.
Luego le solicitó al presidente que “reglamente la Ley de Emergencia Social” y adelantó que “no vamos a permitir que flexibilicen los convenios de trabajo y tampoco vamos a permitir que se quiera dividir a las organizaciones sociales”.
Sobre el final, hubo algunas peleas aisladas, que le pusieron picante a la retirada. En un momento, se vio al boxeador que representa al gremio de Camioneros, Gonzalo “Patón” Basile, tomarse a golpes de puño contra algunos arrojados. Ocurrió cuando bajaron del palco Facundo y Pablo Moyano, que debieron soportar una serie de insultos. Claro, también volaron algunas trompadas. Folklore peronista de destilada tradición.
Por su parte, Héctor Daer debió refugiarse en un edificio ubicado cerca del escenario, tras ser atacado por algunos manifestantes, que reclamaban por el paro.
Algunos acusaron a militantes kirchneristas por haber emboscado a los dirigentes gremiales al abandonar el palco.