La especialista en seguridad del massismo cuestiona con dureza las gestiones del macrismo en la Nación y en la Capital Federal. “No hay aciertos de Larreta, hace todo maquillaje”, sentencia sobre el jefe de Gobierno. Y denuncia que, en el distrito porteño, el Pro busca nombrar jueces adictos aprovechando el traspaso de la Justicia.
Florencia Arietto es la vocera en temas de seguridad del Frente Renovador. La política contra el crimen fue una de las banderas de las campañas electorales del espacio que lidera Sergio Massa. El ex intendente de Tigre buscará posicionarse como referente de la oposición en la antesala de las próximas legislativas. La Capital será uno de los terrenos donde el massismo intentará dar batalla. Arietto lo sabe y, por eso, apunta contra las gestiones “deficientes” del Pro. En diálogo con Noticias Urbanas, asegura que en el macrismo hay mucho “marketing” y dice que la administración de Horacio Rodríguez Larreta es un “kirchnerismo cheto”.
La ex jefa de Seguridad del club de fútbol Independiente cuestiona que Mauricio Macri haya dispuestos cambios en la política migratoria por decreto y considera que no hubo avances en la lucha contra el narcotráfico. También alerta sobre el impacto de las medidas económicas de la Casa Rosada. “Si no cambian el rumbo, van a estar en problemas. No se puede gobernar de espaldas a la gente”, afirma.
De cara a las elecciones legislativas, evita revelar sus aspiraciones, pero advierte que el massismo buscará dar pelea en la Capital, donde, sostiene, “no hay oposición”. “Tenemos un montón de gente trabajando y vamos a jugar en donde tengamos que jugar para poder constituirnos como límite y control de la gestión”, anticipa.
–Uno de los tres objetivos que se fijó Mauricio Macri fue derrotar al narcotráfico, ¿vio avances en esta materia?
–No. Algunos intentos, pero fueron más de lo mismo. Estamos convencidos de que en la superficie el kirchnerismo y el macrismo son opositores, pero en el fondo son socios en todo. Nosotros hemos firmado un compromiso público con Margarita Stolbizer para hacer una mesa de trabajo y avanzar en la lucha contra el narcotráfico. No se ha avanzado mucho. En los diarios sale que compraron radares, pero que no los pusieron. La política criminal que tiene que ver con el combate real al narco. Estamos hablando de los cargamentos y los funcionarios corruptos que permiten que ingrese la droga, no del soldadito que sabemos que es fácil de agarrar. No ha habido modificaciones en este sentido.
–¿Qué nota le pone a la gestión de Patricia Bullrich?
–Eso no lo sé. Siento que hay mucho de marketing y poco de profundidad. Pero no quiero personalizar. Uno trata de ir avanzando con la creación de políticas que no tienen que ver con nombres propios sino con el sistema. Acá lo que está fallando es el equipo de gobierno en todas las áreas más sensibles.
–¿Está de acuerdo con los cambios en la política migratoria que hizo el Gobierno?
–No me gusta que las cosas salgan por decreto. Nos perdemos de enriquecer el proyecto. Si intentaran hacer lo que hace Trump, sería absolutamente inconstitucional. Ahora, si el planteo que hicieron es que personas con antecedentes penales o que cometen delitos no puedan ingresar, eso ya existe en la Ley de Migraciones y no viola nuestra Constitución ni sería un acto discriminatorio. Estamos hablando de personas que delinquen, no importa si son extranjeros o argentinos. En el marco de extranjeros que delinquen, la opción que existe es expulsarlos del país y luego impedirles el ingreso. Eso no está mal. Todo lo contrario, es poner blanco sobre negro, porque tenemos miles de inmigrantes que han venido a aportar con su trabajo.
–Hubiese preferido que se discutiera en el Congreso.
–Para Macri, mandar un proyecto de ley es una pérdida de tiempo. Entonces, él gobierna por decreto. Si fue un intento de unificar criterios, modernizar y poner un estándar que proteja al inmigrante honesto que viene a trabajar y descarte al delincuente, termina viéndose afectado porque por decreto es imposible que se discuta y salga por consenso.
–¿Hay que bajar la edad de imputabilidad de menores que delinquen?
–Lo digo en términos personales, más allá de la postura que tome el Frente Renovador. Tengo una posición tomada, hace años me dedico a esto. Hay una franja entre 14 a 16 años que tiene que estar institucionalizada. En muchos casos son imputados de delitos graves y nunca sabemos si realmente fueron porque no va haber causa penal que investigue a ese chico. En muchos casos hay manipulación de la policía, que hace un negocio con cuatro o cinco. Entre 14 y 16 años tenemos que tener un mecanismo donde los pibes puedan defenderse, presentar pruebas e incorporar la figura del arrepentido para entregar a quienes los reclutan y organizan.
–¿Fue un acierto del Pro el traspaso de la Federal y la creación de la nueva Policía?
–De Larreta no hay aciertos, hace todo maquillaje. Ahora están pintando la fachada de la Comisaría 12ª para inaugurarla y adentro se cae a pedazos. Los autos están chocados, pero los plotearon nuevos. Larreta tiene un blindaje muy importante. Pareciera que en la Ciudad no pasara nada, pero pasan muchas cosas. No se invierte en infraestructura, hay miles de policías que no están conformes con la situación, los han traspasado a la Ciudad sin darles la baja de la Federal. No lo hizo porque generaría conflicto. Como hacen todo marketing y la Ciudad tiene los mayores ingresos per cápita del país y menor conflictividad que otras zonas, como La Matanza, entonces se aprovechan de eso para hacer una gestión deficiente. Algunas cosas han hecho bien –el metrobús o las bicisendas–, pero no han hecho nada en seguridad, salud ni educación.
–¿Hay un problema estructural en la Ciudad?
–La Policía y la Justicia, que ahora quieren traspasarla, son problemas graves. El traspaso de la Justicia lo hacen porque supuestamente están cumpliendo una demanda constitucional de la autonomía –que nos corresponde y vamos por eso–, pero quieren traspasar los juzgados de instrucción que están vacantes. Eso significa que Enzo Pagani, presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, que responde a Daniel Angelici, va a poner jueces de su color. El ideal de república se ha perdido en las marañas de la politiquería corrupta. Termina siendo más de lo mismo de lo que dijeron dejar atrás: el kirchnerismo. Vamos a trabajar fuerte en la Ciudad porque no ha habido oposición. Queremos poner blanco sobre negro. En la Ciudad gobierna un kirchnerismo cheto. Cuando se vayan del gobierno, vamos a ver todo el desastre que han hecho Larreta, Santilli y Macri. Es necesario que una oposición cuente la verdad, porque no hay oposición en la Ciudad que pueda decirla. Nuestra propuesta es “el fiscal y el juez en tu barrio”. Hay que descentralizar la Justicia de instrucción para que controle a la Policía.
–¿Le gustaría competir en las elecciones?
–En este momento no estamos hablando de candidaturas. Somos parte de un equipo que está liderado por Marco Lavagna en la Ciudad. Tenemos un montón de gente trabajando y vamos a jugar donde tengamos que jugar para poder constituirnos como límite y control de la gestión. En la Ciudad no hay.
–¿Martín Lousteau no es oposición?
–Es muy difícil lo de Lousteau. Es el embajador del país más importante del mundo. Yo siento que las bases deben estar pidiendo que juegue, hizo una gran elección, pero no sé si el porteño y la porteña entienden que va a venir a jugar porque en el Gobierno nacional es parte [de Cambiemos] y en la Ciudad no. La gente quiere que le resuelvan los problemas, que le pongan cara y nombre a quién pueda hacerlo y quién no.
–¿Es difícil evitar que la elección se vuelva a polarizar entre Cambiemos y el FpV?
–No lo sé. Tengo dos hijas y les quiero dejar a su generación algo mejor. Este miércoles se realizó una marcha porque cada 16 horas hay una mujer muerta. Nos falta crecer mucho. Si había 30 por ciento de pobres cuando Macri asumió, hoy hay un 32 por ciento con un año y poco de gobierno. Evidentemente, la sensibilidad social no es el fuerte de Mauricio, vive una realidad virtual y tiene problemas graves con sus empresas. Lo de Avianca es un escándalo y por eso lo tiraron para atrás. Estamos hablando de una persona que gobierna para los ricos, que cree que los pobres son pobres porque son haraganes. Si no cambian el rumbo, van a estar en problemas. No se puede gobernar de espaldas a la gente.