Luego de conocerse la tragedia que tuvo lugar el sábado por la noche durante el recital de El Indio Solari en Olavarría, el intendente Ezequiel Galli salió a dar explicaciones y en su discurso repitió una y otra vez que la llegada del músico a la ciudad representaba para la municipalidad la posibilidad de un beneficio económico.
Comerciantes y vecinos iban a verse afectados de manera positiva por la cantidad de gente que se acercaría al lugar para escuchar la música de su ídolo. Nadie pensó que lo que había sido preparado para ser un éxito iba a convertirse en una tragedia. Pero así sucedió: en los primeros minutos del show se produjo una avalancha por la cantidad de gente que había en el predio y dos personas fallecieron y varias más resultaron heridas.
En noviembre, cuando se dio a conocer la noticia del show de El Indio, todo era expectativa en Olavarría. Y en ese contexto, el intendente brindó una entrevista en la que se mostró feliz por el recital. Y en un momento fue consultado por la cantidad de gente que esperaban, uno de los puntos clave de la investigación de los incidentes.
“¿Cuánta gente esperás? ¿Tu fantasía más grande? Uno tiene sueños…”, le consultan, a lo que el funcionario de Cambiemos responde: “Como mínimo esperamos 200 mil personas”. Pero la charla no termina allí. Minutos después Galli dice: “Lo tengo al lado a mí padre político, mi padre postizo, al Negro Larreche, que tiró un numero de 350 mil, incluso se generaron algunas apuestas dentro de la municipalidad a ver quién adivina el número”.
Este audio, que salió a la luz en las últimas horas, es una mala noticia para Galli. Si bien el intendente había dejado en claro que el predio La Colmena estaba habilitado para recibir a 200 mil personas, cifra que él mismo pronuncia, el hecho de que se mostrara jocoso con la posibilidad de que la cantidad de asistentes se viera ampliamente superada lo complica.
El exceso de la capacidad permitida está en la mira de la Justicia, en tanto ni el lugar ni los agentes de seguridad ni los servicios de emergencia bastaban para ayudar en caso de una emergencia. Aún resta conocer el número exacto de asistentes y las razones: si desde la productora vendieron más entradas de las que podían y si los controles no fueron rigurosos y se permitió el ingreso indiscriminado.