Finalmente, los referentes de las principales líneas del peronismo bonaerense optaron por “blanquear” sus diferencias en los últimos días. Se plantean que dar una imagen de unidad no es suficiente para conseguirla y como en el futuro del justicialismo se definirá en una interna, la legitimidad estará allí.
Por eso mostrarán de ahora en más las diferencias, para que las líneas internas vayan decidiendo adónde se encolumnan.
En este marco, se realizó una reunión en Hurlingham, en la que los intendentes del Grupo Esmeralda Gabriel Katopodis (San Martín) y el local Juan Zabaleta convocaron a dirigentes de la Primera Sección Electoral -a la que pertenecen sus municipios- para empezar a delinear estrategias electorales.
La invitación fue además para empezar a definir a los candidatos. No es un secreto que los intendentes de Esmeralda quieren llevar a Florencio Randazzo como cabeza de la lista de senadores nacionales en octubre, en oposición a los intendentes del Grupo Fénix, que se alinearía tras la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
Los “Esmeraldas”, además de Zabaleta y Katopodis, cuentan en sus filas a los jefes comunales del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús; el de Lomas de Zamora Martín Insaurralde; el de Almirante Brown, Mariano Cascallares y el de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca. Este viernes postearon una foto de sí mismos en las redes sociales, como para dejar testimonio de la reunión.
Un vocero de los jefes comunales expresó a una agencia de noticias que “estamos trabajando con los dirigentes de las distintas secciones. Ahora, esto no quiere decir que todos vayan a transformarse en esmeraldas, sino que adhieren a nuestras propuestas de trabajo y que apoyan la candidatura del ‘Flaco’ Randazzo”, cerró.
En los últimos días, como si fueran pocas las viciscitudes que deben acaecer dentro del peronismo, una encuesta elaborada por la empresa de opinión pública Analogías ubicó a la intendenta de La Matanza, que se alinea con el Grupo Fénix, por sobre Randazzo en la intención de voto provincial.
Hubo lecturas diferentes acerca de la publicación de los datos de la encuesta. La primera, es que “alguien” pretendió inquietar a Randazzo y nada más. Otro dirigente, en cambio, supone que si están midiendo a la jefa comunal, es porque la expresidenta evalúa no presentarse en octubre y la elegida para ir en su lugar sería ella, que sería la encargada de mantener unido al núcleo duro del kirchnerismo en vistas al 2019.
Paralelamente, todos saben que las guerras de encuestas significa medir fuerzas antes sentarse a negociar. Y también ya quedó claro -es una tradición peronista- que las tratativas serán de una inédita rispidez.
De todos modos, el peronismo comenzó un recambio dirigencial que muestra ya a algunos posibles referentes para el futuro inmediato, de acuerdo con las versiones que corren internamente. Entre ellos se contarían Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis, Gustavo Menéndez y Verónica Magario.
El peronismo jugará lo más fuerte que sea capaz de jugar en octubre, con un ojo en el resultado de las legislativas, pero también habrá una mirada puesta en el horizonte de las generales de 2019. Todos saben -en el oficialismo y en la oposición que 2017 es el primer escalón para el 2019.
Por eso, este año jugarán todos los jugadores principales de los dos equipos, aunque se reservarán las figuras de mayor peso para dar el golpe final en las próximas presidenciales.
