El integrante de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal Eduardo Freiler, tendrá diez días para efectuar su descargo ante el pedido de juicio político que elevó el Gobierno en su contra en la instancia del Consejo de la Magistratura.
El presidente de la Comisión de Acusación del Consejo, Pablo Tonelli, detalló en un dictamen más de 100 páginas los motivos por los cuales Freiler habría incurrido en mal desempeño de sus funciones. Si bien la acusación no fue dada a conocer al público, los integrantes de la Comisión habrían hecho hincapié en el nivel de gastos del magistrado para sostener su posición. Incluso, se detalló el holgado nivel de vida que lleva Freiler, inusual para su salario.
El oficialismo obtuvo, tal como se preveía los siete votos necesarios para sostener la acusación, que podría llegar hasta el juicio político. En este punto, Tonelli contó con el apoyo de los consejeros Juan Mahiques, Ruperto Godoy, Ángel Rozas,Leónidas Moldes, Luis María Cabral y Miguel Piedecasas. Votaron contra el procesamiento de Freiler Juan Daniel Candis y Ruperto Godoy.
Freiler ha venido inisitiendo hasta ahora en que renunciará a su posición, aunque ésa fue la decición que tomaron antes que él otros magistrados que se encontraban en la misma posición. Además, Freiler denunció irregularidades en la confección del sumario que se le instruyó.
En la acusación, se culpa a Freiler por ser el propietario de una casa de 1.200 metros cuadrados, ubicada al frente de la Quinta Presidencial de Olivos, de dos autos antiguos, de un velero, de dos vehículos, de caballos de carrera y de distintas propiedades ubicadas en diversas locaciones.
La opción que le quedaría abierta a Freiler, para el caso de que el juicio fuera inminente, sería la renuncia, que le evitaría quedarse sin jubilación, además de evitar el bochorno judicial.
