Este martes obtuvo dictamen el pedido de informes referido al funcionamiento de la línea E de subte, presentado en la Legislatura por el legislador de Confianza Pública (CP), Diego García Vilas. La iniciativa responde a las reiteradas quejas de los usuarios por demoras prolongadas e interrupciones en el servicio.
Por este ramal transitan alrededor de un millón de personas por año, según estadísticas oficiales. El proyecto apunta a recavar datos sobre el mantenimiento de las estaciones, con foco en las obras proyectadas en 2016 y 2017, incluyendo montos destinados y nivel de ejecución.
Asimismo, se pide el registro de episodios donde las formaciones sufrieron desperfectos.
Por otra parte, se exige conocer la cantidad de inspecciones realizadas durante el año pasado, que permitan identificar el estado edilicio de cada una de las estaciones.
La Línea E recorre casi 10 kilómetros desde el microcentro porteño (Plaza de Mayo) hasta el bajo Flores, permitiendo conexiones con el resto de las líneas y premetro (a excepción de la B). Según la web del Gobierno de la Ciudad, es la que peor frecuencia tiene en horas pico.
Sumado a que el servicio se interrumpe habitualmente, tiene notorios problemas de infraestructura e higiene, tanto en sus estaciones como en sus 12 formaciones de casi 70 años de antigüedad, las más viejas de la flota.
