Con los votos a favor de doce radicales (todos menos Jorge Enríquez), ocho peronistas (Guillermo Oliveri, Jorge Argüello, Eduardo Valdés, Alicia Pierini, Alberto Fernández, Julio Vitobelllo, Silvia Gottero y Alba González), los cuatro del Frente Grande, tres del Interbloque (todos menos Marta Talotti), De Pablo Caulier y Marta Oyhanarte (ambos de ByPP) y de los monobloques filo oficialistas de Carlos Campolongo y Juliana Marino, el jefe de Gobierno logrará un éxito en su cierre de año camino al 2003. Las leyes, a pesar de ser discutidas por los bloques y diputados en particular, fueron juntadas en un paquete para la votación y es por eso que, de mantenerse la sesión en calma y los acuerdos preliminares, la sanción parece ser un hecho aunque por un margen bastante estrecho.
Mucho han tenido que batallar Laura Moresi y Marcelo Vensentini (ambos del FG) para acordar con el resto de los 22 bloques la sanción de "la ley de leyes", como se le llama al presupuesto anual y quebrar la férrea resistencia que opuso el macrismo a la renegociación de la deuda externa. Juan Pablo Schiavi en persona, jefe de campaña de Macri, intentó ayer hasta último momento cerrar el trabajo de disuasión que Rodrigo Herrera Bravo y Ramiro Tagliaferro habían comenzado hace ya un mes. Oscar Moscariello (PDP), Irene López de Castro (ByPP) y "Pacho" O’Donnell (PJ) quizás acompañen por la negativa.
Sí es seguro que este camino tomarán Miguel Doy y Enrique Rodríguez (ambos de Forja 2001), que serán opositores a los proyectos que se tratarán. Sobre el presupuesto, afirmaron que era la continuación de un presupuesto liberal en lugar de ser uno acorde a tiempos de crisis. A su vez, Santiago De Estrada (PJ) no tenía definida su postura al cierre de esta edición.
Por su parte, el legislador Atilio Alimena (PD) anunció que se opondrá a la sanción de los proyectos de Ley Tarifaria y de Presupuesto y que se abstendrá con respecto a la renegociación de los Bonos Tango. Al referirse al presupuesto, Alimena afirmó que el proyecto "resulta totalmente inútil e inconducente ya que existe una superposición de partidas de distintas secretarías y asignaciones que terminan perjudicando áreas como Obras Públicas y Vivienda, motor para el desarrollo económico y social."
La izquierda denunció los "acuerdos espúreos de siempre" entre las bandas de diputados y el oficialismo y la falta de información con la que se manejó el tratamiento del presupuesto. "Voy de florero", graficó Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, ya que "poco de lo que aprobemos hoy tiene que ver con lo que discutimos este último mes en las reuniones de presupuesto". "Las partidas de locación de servicios son una vergüenza, las aumentan todo el tiempo y nadie sabe adónde van a a parar", sentenció la diputada en alusión al personal contratado.
Roy Cortina, del recientemente unificado Partido Socialista, aclaró que su voto negativo al paquete tiene su origen en que "Ibarra luego de no hacer nada para la gestión, ahora pretende la reelección con un plan de obra pública (con eje en los subtes) para lo cuál renegociará en pésimas condiciones la deuda de la Ciudad y aumentará los impuestos para tener el dinero necesario". El resto de los socialistas acompañará la postura de Ibarra, ya que al no tener dos tercios en la Junta, los diputados de la rosa quedaron en libertad de conciencia.
El peronismo entero, con belicistas incluídos, decidió no darle los votos a Ibarra para que aumente los productos extra-zona (los que se fabrican afuera pero se venden adentro de la Ciudad), los impuestos a las cuentas corrientes y plazos fijos de las empresas, a las patentes de los autos -que podría quedar en un ajuste mínimo para las unidades de valor menor a 14.200 pesos- y a todos los impuestos que afecten a la totalidad de la población. Esto de alguna manera trastocaría los planes del oficialismo, que también necesita de 31 votos para esta norma.