Por segunda semana consecutiva sesiona la Cámara baja desde las 12.09 para tratar una serie de iniciativas consensuadas, entre las que se destaca un proyecto para quitar la patria potestad a femicidas y aprobar la creación de un programa de acompañamiento económico y social a jóvenes sin cuidados parentales.
El primer proyecto fue relanzado este martes en conferencia de prensa por los titulares de las comisiones de Familia, Alejandra Martínez, y de Legislación General, Daniel Lipovetzky, además de Silvia Lospennato, secretaria parlamentaria del interbloque Cambiemos, y Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro, la ONG que releva los femicidios y que impulsó la ley.
“Lo que estamos haciendo es modificar el Código Civil y Comercial de la Nación para que tanto cuando haya una sentencia definitiva como un procesamiento a un autor de delitos aberrantes se le quite inmediatamente la responsabilidad parental”, explicó la radical Martínez.
La instancia del procesamiento no estaba contemplada en el proyecto aprobado en el Senado, por lo que, con este cambio, el texto volverá a la cámara de origen, donde hay acuerdo por parte de la titular de la Comisión de Banca de la Mujer, Marina Riofrío, para conceder esta modificación.
Los cuatro supuestos en los que se aplicará esta privación automática de la responsabilidad parental son homicidio agravado por el vínculo, femicidio, lesiones gravísimas y abuso sexual del hijo por parte del progenitor.
Los dos casos emblemáticos que reactivaron la necesidad de que el Congreso sancione esta ley fueron los de Rosana Galeano y de Wanda Tadei, cuyos familiares estuvieron presentes en la conferencia de prensa.
La segunda iniciativa del temario de la sesión pertenece a la radical Carla Carrizo, especialista en temas de infancia y niñez, y establece la creación del “Programa de Acompañamiento para el Egreso de Adolescentes y Jóvenes sin Cuidados Parentales”, destinado a personas de entre 13 y 21 años.
Este programa sería de adhesión voluntaria y se divide en dos tipos de ayuda: por un lado, un acompañamiento personal al joven en distintas áreas -como educación, salud, trabajo y vivienda-, y por otro, una asignación económica mensual.
Según el proyecto, el acompañamiento personal consiste en la asignación de un referente que tendría por función “acompañar a cada adolescente sin cuidado parental en el fortalecimiento de su autonomía”.
En cuanto a la prestación económica, sería equivalente al 80 por ciento de un salario mínimo vital y móvil a partir del momento del egreso de los dispositivos de cuidado formal, y sería percibida por el joven a título personal, sin perjuicio de ser beneficiario de otra asignación.