Alan Maximiliano Dolz, un joven agente de 21 años, fue ejecutado por narcotraficantes mientras realizaba tareas encubiertas para la Policía Federal. Formaba parte de la División de Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas e investigaba la venta ilegal de estupefacientes. La causa que se encuentra a cargo del juez federal de San Martín, Emiliano Canicoba.
El hecho ocurrió a las 10.30 el jueves 27 de abril, cuando el agente ingresaba junto con dos policías más a la Villa Loyola, ubicada en Avenida De los Constituyentes al 2700, barrio de San Andrés y fue sorprendido por delincuentes que lo atacaron a balazos. El disparo impactó en el pecho y murió pasado el mediodía en el Hospital Belgrano, ubicado a pocas cuadras del lugar del hecho, donde además se lleva a cabo una fuerte disputa entre bandas narcos desde hace un año.
Efectivos de la Policía Federal y Bonaerense buscaban intensamente al atacante, identificado como Adrián Blas Gómez Galarza.
El joven agente había egresado de la Escuela de Cadetes de la Policía Federal en 2016 y desde enero era parte de la Brigada de Operaciones Especiales. El día anterior a su asesinato fue partícipe de una investigación en un asentamiento de Florencio Varela.
El operativo había comenzado cerca de las 10.20, cuando Alan llegó a la Villa Loyola, en un auto acompañado de dos policías más e ingresaron juntos por el sector trasero, deteniéndose en las inmediaciones de las calles 4 de Febrero, entre Mendoza y Colombia. Comenzaron a caminar por los pasillos, cerca del playón que comunica Villa Loyola y Villa Zagala, hasta que fueron sorprendidos por cuatro maleantes.
En ese instante, a Dolz lo tiraron al piso y le dieron un tiro en el pecho. Sus dos acompañantes respondieron a los disparos, cargaron el cuerpo y lo llevaron hacia el Hospital Belgrano. Ingresó a la guardia de urgencia, pero falleció a los pocos minutos. Por consiguiente, la comisaría 8va, que tiene jurisdicción en esa zona se acercaron al hospital y les solicitaron a los compañeros sobrevivientes la descripción de los delincuentes. Tras mostrarle la foto del autor del disparo, lo reconocieron inmediatamente. El sospechoso forma parte de la “banda de los payasos”, que acribilló de siete balazos en otra ocasión a Omar Ibáñez, un hombre de 41 años, el pasado 2 de febrero en Villa Martelli.
Ricardo Dolz, padre del policía fallecido, expresó su dolor diciendo: “Para mí era como un Dios. No le daba miedo meterse en lugares peligrosos. Era lo que le gustaba y por algo se metió ahí”. Por último, también remarcó que eligió ser policía por vocación.
La inhumación de los restos del joven tuvo lugar en el Nuevo Panteón Policial del cementerio de La Chacarita este jueves, y contó con la presencia de la funcionaria Patricia Bullrich.
Con mucho dolor pero con el compromiso de ser implacables contra el narcotráfico, hoy despedimos a Alan Dolz, junto a su familia y amigos pic.twitter.com/nEoeHEe8JQ
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 29, 2017
Tras ocurrir este lamentable suceso, el Gobierno decretó un día de duelo nacional el viernes 28 de abril. En los considerandos del Decreto 296/2017, con la firma de la vicepresidente Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y la Ministra de Seguridad, la administración nacional objetó que es un “deber honrar su memoria con motivo de su lamentable fallecimiento en cumplimiento del deber combatiendo el narcotráfico”.
Asimismo, fundamentaron también: “Este Gobierno entiende como una cuestión de Estado irrenunciable y excluyente llevar adelante con el máximo rigor la lucha contra el narcotráfico, por tratarse de un delito que constituye un auténtico flagelo para la sociedad, que no sólo afecta a la salud y la seguridad ciudadana, sino que importa una auténtica violación a la soberanía nacional por tratarse de un crimen cuya naturaleza es claramente transnacional”.