Según el decreto dado a conocer por el ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad, a cargo de Martín Ocampo, se decidió “otorgarle licencia extraordinaria sin goce de haberes” al comisario Guillermo Néstor Calviño, el policía con mayor jerarquía que fue traspasado de la Policía Federal a la Policía. En los hechos, Calviño era el oficial a cargo de la policía porteña de que fuera nombrado jefe, el ahora detenido José Pedro Potocar.
Calviño estaba involucrado en dos causas federales y había sido denunciado por el legislador de Bien Común (BC), Gustavo Vera.
Asumida la gestión de Mauricio Macri se produce una promesa de campaña que era el traslado de las 54 comisarías de la Policía Federal a depender ya no de Presidencia sino directamente del alcalde de la Ciudad.
Por ello se traspasa la Superintendencia de Seguridad Metropolitana que comandó Calviño durante un año.
Sus causas penales y un escrache de efectivos de la Federales incluidos en el traspaso, en septiembre de 2016, en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) de la por entonces Policía Metropolitana le impidieron llegar a la Jefatura de la flamante Policía de la Ciudad.
A lo largo del 2016 Rodríguez Larreta tuvo que soportar que Calviño sea citado a indagatoria y se lo sospechara en la Justicia de proteger policías corruptos, de haber protegido la fuga de un barra de Boca Juniors que se dedica al secuestro extorsivo y de haber liberado la zona en el Bajo Flores para un enfrentamiento armada entre facciones internas de la hinchada.
En marzo, Ocampo firmó la baja sin goce de sueldo de Calviño.