Desde hace poco más de un año, María Rosa Negre y María Eugenia Rodríguez Araya conforman la primera dupla de mujeres que dirige la obra social de los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires. Negre es la presidenta de la entidad desde enero de 2015. Antes colaboró en los asuntos jurídicos de la obra social y también en otros organismos públicos. Por su parte, Rodríguez Araya es la vicepresidenta de la Obsba. Entre 2007 y 2011 fue legisladora porteña por el Pro.
Si bien tienen historias, trayectorias y posicionamientos políticos diferentes, estos contrastes no impidieron que durante este período ambas hayan podido construir un sólido equipo de trabajo, el cual está llevando a cabo hoy una serie de transformaciones para mejorar las prestaciones, modernizar la infraestructura y hacer más eficiente el gasto de una institución que tiene a su cargo la salud de más de 200 mil afiliados.
En esta entrevista conjunta que les realizó Noticias Urbanas, Negre y Rodríguez Araya cuentan cómo ha sido este proceso inicial de trabajo y cuáles son los planes futuros de uno de los organismos más grandes y complejos que tiene la Ciudad de Buenos Aires.
–Días atrás se renovaron las autoridades en la obra social y ambas fueron reelegidas. ¿Cómo ha sido el proceso en el tiempo que llevan trabajando juntas?
María Rosa Negre: –Muy positivo. Ha sido un período de mucho trabajo donde se generaron cambios, mejoras y se profundizaron las políticas para darle a la obra social cada vez más sustentabilidad y, sobre todo, calidad a las prestaciones de los trabajadores. Tanto con María Eugenia como vicepresidenta en representación del Ejecutivo como con los demás integrantes del Directorio hemos podido generar un marco de trabajo mancomunado y hemos podido constituir un equipo que trabaja con confianza y respeto para mejorar permanentemente las prestaciones de la obra social.
María Eugenia Rodríguez Araya: –Totalmente de acuerdo. Creo que tanto yo, como María Rosa, como el resto de los directores pudimos formar un equipo sólido de trabajo y gracias a eso pudimos avanzar en un montón de desafíos. Lo único que me pidió Horacio cuando me eligió para este puesto fue mejorar la gestión de las prestaciones trabajando en equipo, y creo que con el tiempo pudimos solidificar ese equipo. Yo tengo mucho respeto por María Rosa y una gran admiración por todo el corazón que ella le pone al trabajo diario. Creo que la única forma que tenemos los que estamos en la función pública de generar cambios en favor de la gente es con generosidad, escucha y trabajo, y creo que esa dinámica se pudo llevar adelante desde que estamos trabajando juntas.
–En los últimos años la obra social ha experimentado cambios importantes, ¿cual es hoy la dimensión que tiene?
- R. N.: –Somos una gran organización que tiene más de 217 mil afiliados. De ese número, más de 44 mil son jubilados. No es una tarea fácil mantener una institución como la nuestra, con una gama de servicios y prestaciones amplísima. Somos una obra social fundamentalmente solidaria, no se cobra adicionales a los afiliados por ningún motivo y respetamos el criterio de equidad de forma tal que todos los afiliados tienen derecho a los mismos servicios, sin discriminar a los que tienen bajos ingresos. Nuestra filosofía es estar presente y cerca del afiliado cuando más necesita su obra social. Quiero poner especial énfasis en el criterio solidario y equitativo de nuestros servicios por su cantidad y por su alcance, ya que estos son principios con los que me encuentro especialmente consustanciada y responden además al mandato expreso de todo el Consejo Directivo del Sutecba, gremio al cual represento, y en especial de Amadeo Genta, su secretario general.
–¿Cómo se hace para manejar una institución con tantos desafíos siendo que en el organismo de dirección de Obsba participan representantes de distintos sectores?
- R. N.: –En efecto, Obsba es una institución que, como lo marca su ley de creación, tiene en su directorio representantes de los trabajadores de la Ciudad (Sutecba), del Gobierno de la Ciudad, de los docentes y de los médicos municipales. En nuestro caso concreto, lejos de ser una dificultad, esto ha permitido hacer más sólida a la institución y estar enriquecida por legítimas perspectivas sectoriales. La clave del buen funcionamiento conjunto es que hay una visión compartida con todo el Directorio en poner al afiliado como centro de la gestión.
- E. R. A.: –Coincido plenamente. Más allá de que ambas tengamos miradas diferentes sobre muchos temas, desde el primer día nos pusimos de acuerdo en que nuestro foco de atención iba a ser mejorar las prestaciones para que los afiliados sientan que tienen una obra social que los cuida, los ayuda y los protege, y eso es un norte que tenemos para encarar cualquier acción más allá de la coyuntura. Cuando trabajás de esa forma siempre es más fácil tomar decisiones y ponerse de acuerdo.
–María Eugenia, ¿cómo ha sido para usted la experiencia de trabajar con el Sutecba?
- E. R. A.: –La relación con toda la gente del gremio es excelente. Este año de trabajo ha sido muy productivo y en todo momento me sentí respaldada. La verdad es que yo no conocía a fondo al gremio y todo este proceso me ayudó a entender la importancia que tiene trabajar juntos. Amadeo no solo es un gran dirigente sino un señor que siempre trata de que construyamos la gestión a través del diálogo y el consenso.
–María Rosa, ¿cómo es la relación con el Gobierno de la Ciudad?
- R. N.: –Ha sido muy positivo también para mí el trabajo en conjunto con el Ejecutivo. Tanto Horacio como Martín Mura (ministro de Hacienda) y todos los funcionarios han estado abiertos a trabajar para mejorar la obra social y pudimos hacer actividades con la colaboración del Gobierno. El año pasado, por ejemplo, queríamos hacer una campaña para concientizar sobre la importancia de prevenir los ataques cerebrovasculares en los trabajadores. Nos pareció una buena oportunidad para realizarlo en la sede de la Jefatura de Gobierno. María Eugenia hizo el enlace y finalmente organizamos una jornada en la puerta del edificio de Uspallata, adonde llevamos un cerebro gigante y a más de 50 profesionales del Sanatorio Méndez para que realizaran los estudios de prevención a los afiliados que se acercaran y sin moverse de su lugar de trabajo.
–¿Cuáles son los principales desafíos de la obra social en el futuro?
- R. N.: –Seguir mejorando las prestaciones es fundamental. Darle cada vez más y mejor calidad a la atención de los afiliados, también. Para poder seguir avanzando en ese sentido hemos dado un gran paso que es tener un presupuesto equilibrado, tener las cuentas ordenadas y darle eficiencia económica y financiera a la administración. Esto significa que todos nuestros prestadores están al día con sus pagos y que hemos podido impulsar un ambicioso plan para modernizar la infraestructura del Sanatorio. Seguir incorporando tecnología de punta es primordial. Hay que profundizar en este camino y seguir trabajando. Se han hecho avances y estamos para seguir mejorando mucho más.
- E. R. A.: –Me sumo y agrego que debemos trabajar para darle una identidad propia a la obra social. Que el trabajador sienta que esta es su obra social y gane confianza en nosotros. Hay que seguir mejorando la transparencia para invertir mejor los recursos. Mejorar la comunicación es fundamental también. Tenemos que hacer que cada afiliado conozca los maravillosos profesionales que tiene la obra social. Por último, agrego que tenemos que mantener el camino de diálogo y consenso entre el gremio y el Ejecutivo. Es un sendero que tenemos que profundizar siempre pensando en mejorar la calidad de las prestaciones. El foco debe ser el afiliado, siempre.
–¿En qué consisten los convenios firmados con la Jefatura de Gabinete?
- E. R. A.: –Cuando empezamos a trabajar juntas vimos que había un montón de proyectos que podíamos trabajar junto con el Ejecutivo, y eso necesitaba un marco legal para que sea sustentable en el tiempo. Lo hablamos con Felipe Miguel y nos pusimos de acuerdo, primero, en firmar un convenio marco con la Jefatura de Gabinete para darle institucionalidad al acuerdo y tener la llave para ir abriendo espacios de trabajo junto con otras áreas, y, segundo, estamos avanzando con otras áreas específicas, como las Sedes Comunales. Hablamos con Chiche Cosentino y firmamos un convenio para que profesionales del Sanatorio vayan a las sedes comunales y puedan hacer los mismos talleres que dan en el Méndez en sus lugares de trabajo. Ahora estamos terminando los detalles para empezar con dos o tres Sedes Comunales y que sus trabajadores tengan charlas de prevención del tabaquismo, obesidad, actividad física, prevención del EPOC. La verdad es que como obra social tenemos el orgullo de contar con una gran cantidad de profesionales de calidad que trabajan en el Sanatorio Méndez. El tema era cómo hacer para que los afiliados que nunca tuvieron la posibilidad de venir al Sanatorio los conocieran. El convenio nos da la oportunidad de llevarles los servicios de salud a los trabajadores a sus espacios diarios, que nos conozcan mejor y que se den cuenta de la amplia gama y calidad de profesionales que tiene la obra social para cuidarlos. Y eso es solo el comienzo, hay proyectos para ampliar y modernizar los Módulos de Atención Personalizada, de abrir nuevos espacios de atención de afiliados, de hacer capacitaciones conjuntas y muchos otros temas que vamos a ir poniendo en marcha para mejorar el servicio y las prestaciones de los afiliados.
–La obra social lanzó un cambio en las prestaciones, ¿en qué consisten y cuál será el beneficio del afilado?
- R. N.: –En estos momentos atravesamos una etapa de cambios que van a mejorar nuestro servicio de prestaciones, haciéndolo más moderno, simple y eficiente. Desde principios de año lanzamos una ampliación de la red prestacional multiplicando el alcance y la cantidad de prestadores. Veíamos que había una demanda de muchos afiliados que, si bien trabajan en la Capital, viven en el Conurbano, y el cambio está apuntado a satisfacer esa demanda. Con el nuevo sistema multiplicamos por cinco la oferta de policonsultorios y médicos de cabecera en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Además, eliminamos las autorizaciones para la gran mayoría de las consultas y se reducen los tiempos de espera para los turnos. Eso redunda en una mejora significativa para la calidad del servicio hacia los afiliados que van a tener más especialidades cerca de su casa y su lugar de trabajo. En nuestra página web, hoy el afiliado puede encontrar una cartilla con una cantidad y calidad de servicios y con una distribución geográfica que puede competir con las mejores del mercado de salud. En el último tiempo hubo, además, una inversión importantísima en el Sanatorio Méndez, incorporando tecnología de punta para atender a los afiliados. Para nosotros es muy importante seguir en ese camino. En el último año inauguramos el nuevo departamento de diagnóstico por imágenes en el subsuelo, un nuevo piso de internación e incorporamos un resonador magnético único en el país, solo por nombrar tres de los proyectos que se están llevando adelante. Todo ese avance es gracias al trabajo mancomunado entre las autoridades del Sanatorio, el Directorio, el gremio y el Ejecutivo.
- E. R. A.: –Con ese nuevo sistema pretendemos acercar los servicios y prestaciones a los afiliados y descongestionar de a poco la gran demanda que tiene el Sanatorio Méndez para poder avanzar en profundizar su modernización tecnológica y la renovación de su infraestructura. Como siempre dice María Rosa, el Sanatorio Méndez es la columna vertebral de la obra social y es fundamental que cada día esté mejor.
–Teniendo en cuenta que es la primera vez en la historia que dos mujeres están al frente de la obra social, ¿cuál es la marca de gestión que les gustaría dejar?
- R. N.: –Yo siempre miro la gestión como una herramienta para mejorarles la vida a los trabajadores. Quiero una obra social que sea el reflejo de ese pensamiento. Una obra social donde los trabajadores y sus familias se sientan cuidados, escuchados y protegidos. Una obra social con prestaciones de excelencia, moderna, donde cada peso se invierta pensando en mejorar la calidad del servicio. Ese es el desafío y el horizonte para el que trabajo todos los días con mis compañeros.
M. E. R. A.: –Me gustaría pensar que esta gestión ayudó a generar los cimientos de una obra social abierta, cercana y transparente. Desde que Horacio me dio esta responsabilidad, trabajé para ser un puente para generar consensos entre el gremio y el Ejecutivo. Estoy orgullosa de todos los avances que generamos en la gestión de las prestaciones trabajando en equipo, tanto con María Rosa como con el Directorio, las autoridades, los trabajadores. Me encantaría que esta dinámica donde todos tiramos para el mismo lado se mantenga y que pasito a pasito sigamos construyendo una obra social de la cual nos sintamos orgullosos.