La esposa del presidente de la Nación, Hilda "Chiche" Duhalde, que está a cargo de los programas sociales nacionales, está intentando reflotar un proyecto que en 1998 no pudo llevar a cabo. Se trata de elaborar 50.000 raciones diarias de una sopa que se haría con verduras "pasadas" de maduración -que habitualmente se tiran a la basura, aunque no estén podridas-, a las que habría que disecar y luego adicionarle vitaminas para que sean nutritivas.
Los alimentos serían enlatados, para que de esta manera se conserven mejor sus cualidades nutritivas. Los equipos para elaborar estas sopas están almacenados en un galpón del Mercado Central desde el faliido intento de 1998. De todos modos, algunos asesores le aconsejaron a "Chiche" que pensara en una opción diferente para repartir entre los desocupados, acostumbrados a otro tipo de alimentación, más cercana a la carne guisada y a las pastas y frutas que a las verduras y a las sopas.
Más allá de estas idas y venidas, las fuentes aseguran que la primera dama argentina está decidida a encarar definitivamente el proyecto, para el que sólo tiene que conseguir un edificio. Parece entonces que las sopas -que estarán elaboradas en base a acelgas, zanahorias, bróccoli, remolacha y papas- llegarán hasta las mesas de los miles de desocupados y expulsados de una sociedad en crisis.