La crisis del 2001 fue uno de los momentos más turbulentos de nuestra historia. El gobierno de La Alianza se llevó las mentiras del Megacanje y el Blindaje en el mismo helicóptero en el que huyó, cobardemente, el presidente radical Fernando De la Rúa.
Mientras, miles de argentinos quedaron atrapados en el “corralito”, medida que impulsó el Gobierno para la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros.
Tras una semana donde pasaron cinco presidentes, finalmente Eduardo Duhalde tomó las riendas del Gobierno. En su primer discurso como presidente interino prometió algo que jamás cumplió: “El que depositó dólares, recibirá dólares”, y pasó a la historia como la mentira más irónica que nos pudieron haber dicho.