El fiscal federal Juan Pedro Zoni imputó al ministro de Finanzas, Luis Caputo, por la emisión de bonos a pagar a 100 años, tan criticada como inédita, ya que implica el vencimiento más largo de la historia de la Argentina. De hecho, con este tipo de bonos se superaría el ritmo de endeudamiento de la dictadura militar.
La denuncia que ahora atiende la fiscalía nació de diputados del Frente para la Victoria, quienes ante el juez Ariel Lijo, a su vez, habían denunciado también al jefe de Gabinete, Marcos Peña; y al ministro Nicolás Dujovne.
Con exactitud, quienes presentaron las denuncias son Norman Darío Martínez, María Emilia Soria, Silvina Frana, Verónica Mercado, Guillermo Carmona, Marcos Cleri y María Teresa García, Nilda Garré, Oscar Martínez, Carlos Castagneto, Mirta Soraire, José Ciampini, Martín Doñate y Juan Manuel Pereyra.
A pesar de que Zoni imputó sólo a Caputo, la investigación penal de más miembros del Gobierno nacional no se descarta: “Sin perjuicio de que con el avance de la investigación surjan nuevas personas como partícipe, autor y colaborador en los hechos investigados”, emitió en un escrito el fiscal.
Así, según los denunciantes, “el Gobierno Argentino realizó una ruinosa operación para los intereses del Estado, del fisco y del pueblo argentino de hoy y de las futuras generaciones, tomando 2.750 millones de dólares de deuda a 100 años de plazo a una tasa nominal del 7.125% anual, que objetivamente costará una tasa de interés anual del 7.9% anual, al haberse colocado tales bonos bajo la par”.
Por esto, y ante la desatención y falta de solidaridad del resto del Gabinete nacional para con Caputo, comenzaron a correr los rumores de su renuncia, ya que en la intimidad, se quejó: “Me dejaron solo, nadie me defendió”.
Se prevé que el tratamiento de esta causa no pare hasta conseguir lastimar el Gobierno nacional, a sabiendas de que Zoni pertenece a la Justicia Legítima y responde así a la procuradora general Alejandra Gils Carbó, una “perseguida” del sector oficialista. Ahora, el juego de tire y afloje judicial, parece revertirse.