Matías Tombolini, docente y economista, es el primer precandidato a diputado nacional por la Ciudad de la alianza Avancemos, que depende de 1 País. En esta entrevista se enfoca en las propuestas electorales más que en las especulaciones y destaca su valor por ser un cuadro “independiente” de la política. Con elogios a la capacidad de Sergio Massa de “escuchar” y “reflexionar sobre los errores” y entusiasmado con el pacto con Margarita Stolbizer, se presenta acompañado por Florencia Arietto (FR) y Raquel Vivanco (dirigente de la organización feminista de Libres del Sur, Mumalá), con quienes, hasta el momento, conversó unas pocas veces.
–¿Cómo se sintió al confirmar que sería candidato?
–La primera sensación fue de un gran entusiasmo, por tener la posibilidad de poner en agenda los temas que no estamos discutiendo. Temas que tienen que ver con cuatro palabras que describen lo que nos pasa a todos los argentinos, a los que ni el gobierno anterior ni el actual han podido darles respuesta: no alcanza la plata. Allí aparece la oportunidad de aportar ideas innovadoras para poner este tema en debate y ver cómo hacemos para resolverlo de una buena vez en un país que desde hace mucho tiempo tiene cada vez más pobres. Este desafío es muy importante y representa una oportunidad única.
–¿Cuáles son sus propuestas?
–La posibilidad de tener un país donde te alcance la plata tiene que ver con una reforma tributaria para que alcance la capacidad de consumo. Por eso, la iniciativa de “Bajemos los precios” me seduce, porque entiendo que opera con el poder de compra de los trabajadores. Al bajar la presión fiscal sobre los alimentos de la canasta básica claramente se mejora la posibilidad adquisitiva del salario real. Esto afecta, sobre todo, a los sectores que más lo necesitan. Porque todo el mundo come, pero el porcentaje del sueldo destinado a comida es mayor entre los sectores más necesitados. Allí hay un dato central. En términos macro, lo importante es recorrer un camino para salir de la explicación y pasar a la acción. La Argentina salió bien de la instancia de la mentira, nos mentían con el diagnóstico. Pero se quedó en la instancia de la explicación. Estamos en un país que explica mucho y muestra pocas mejoras. En ese contexto, el camino que eligió este gobierno es el financiero. En la Argentina es más fácil hacer plata con la plata que trabajando. Y eso, obviamente, va en contra de la posibilidad de tener salarios y empleos de calidad. Un país donde te preguntan por el dólar o el Lebac antes que por un maxikiosco o una panadería a la hora de pensar en la inversión de un ahorro es un país que eligió el camino financiero. Ahí tenemos que cambiar el rumbo. Aunque se salió bien del cepo, se decidió retrasar el dólar y subir la tasa de interés, que es un camino que ya recorrimos y sabemos cuál fue el resultado.
–¿Cómo fue el proceso para ser candidato?
–Uno de los armadores del massismo en la Ciudad, Rodrigo Herrera Bravo, me contactó hace un tiempo, y me acercó lo que luego conversamos con Malena [Galmarini] y Sergio [Massa]. Así creamos un vínculo. Una de las cosas que me pasó con Sergio fue encontrar un dirigente que tenía la capacidad de reflexionar sobre sus propios errores. Un dirigente que expandió el alcance de su fuerza política a Margarita Stolbizer. Que dialogó, con independencia del resultado final, con Libres del Sur y representantes sindicales. Expandió los límites de su fuerza política sin poner etiquetas. Esta es una fuerza propositiva.
–Con Sergio queda claro que el capital que tenía en 2014, evidentemente, no fue capitalizado en el sentido de llegar al máximo potencial que representaba. Sin embargo, para 2015 pudo aparecer con una fuerza moderna y propositiva y hoy es un dirigente político propositivo que escucha y toma los consejos que le dan. Él toma lo que le dicen. Ha tomado, de su propia experiencia, lo mejor, y supo cambiar lo que no funcionó. Y ese camino se ve en su compañera de fórmula, Margarita Stolbizer.
–¿Fue un error que participara del gobierno de Cristina?
–No, yo creo que nadie tiene que arrepentirse de haber formado parte de gobiernos pasados. Alfonso Prat-Gay fue presidente del Banco Central con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Recordemos que Graciela Ocaña manejó el PAMI con Néstor Kirchner y que luego fue ministra de Cristina durante dos años. Ella se fue denunciando, pero no la escuché cuestionar los números del Indec en 2006 y 2007. A mí me parece una postura muy hipócrita de parte de ciertos dirigentes, que son muy valiosos y que han formado parte del gobierno de Néstor y Cristina, no reconocer su propio pasado.
–¿Temen que una polarización entre el FpV y Cambiemos no les deje lugar?
–En la Ciudad, Avancemos es un frente hacia un país mejor. Es un frente nuevo que empieza a tomar contacto con la sociedad y viene con una figura independiente, que no tiene la trayectoria de los viejos dirigentes políticos, que estuvieron diez, doce o veinticuatro años en la política de alto vuelo. En 2007, Lousteau era ministro de Economía, por ejemplo. Luego, la performance electoral entre las listas del oficialismo y el kirchnerismo será una cuestión que decidirán los porteños con el entendimiento de que no somos ninguna de estas listas.
–¿Tienen un publicista?
–No, nosotros tenemos un equipo que conformamos de a poco. Tenemos algunos estrategas que se están sumando y estamos evaluando incorporar algún publicista, pero no tenemos ni de cerca los recursos de las listas oficialista ni de la kirchnerista.
–¿Cuál es su relación con Florencia Arietto y Raquel Vivanco?
–Con Raquel nos conocimos en el contexto de militancia y armado de la lista. Y con Flor nos conocemos a partir de cruzarnos en la participación que ambos tuvimos en los medios de comunicación. No tengo un vínculo de años porque no vengo de la política. No soy un dirigente político, soy un docente universitario y un economista que viene de un lugar distinto. Y es por eso que mi vínculo no es de larga data con ellas.
–¿A cuántos puntos aspiran?
–No hay, inicialmente, una mensura en términos de puntaje electoral. No es el momento. Es momento de establecer un diálogo con los porteños por los temas que nos interesan.