El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, adelantó el domingo que de ahora en más habrá “intervención policial” cuando las protestas sean violentas, en alusión al piquete que reprimió el miércoles la Policía de la Ciudad de Buenos Aires frente al Ministerio de Desarrollo Social.
Ocampo se escandalizó y se lamentó de que “en democracia todavía hay gente que piense que con violencia puede reclamar y posicionarse encapuchados, quemando gomas y con palos. Ése no es el camino que los argentinos elegimos para convivir“, agregó, aunque existen versiones de que la represión se desató cuando los manifestantes estaban a punto de dispersarse y habían liberado la traza del Metrobús.
Ocampo aseguró que la utilización de la “violencia por parte de las fuerzas de seguridad es el último recurso” al que apelará el Gobierno para dispersar las protestas, pero -advirtió-, en los casos de “intimidación y violencia” se dará curso a la “intervención policial”.
En ese sentido, el funcionario atribuyó esa condición a la movilización del miércoles. Luego culpó a las organizaciones sociales, porque “fueron premeditadamente a generar ese mecanismo de violencia”. Ocampo denunció que en ese tipo de manifestaciones “nadie va a pedir empleo, a pedir aumento en planes sociales con 20 gomas. Eso supone cierto plan y cierta organización”.
La siguiente afirmación del ministro fue desmentida el mismo domingo por el periodista Horacio Verbitsky, además presidente de la entidad defensora de los Derechos Humanos, Centro de Estudios Legales y Sociales. “Lo que pasó es que en ningún momento hubo ánimo de negociar ni una búsqueda de resolver nada”, atacó Ocampo, mientras que Verbitsky manifestó lo contrario y denunció que la policía porteña emboscó a los manifestantes y luego los reprimió, sin respetar sus propios protocolos represivos.
Ocampo, abundando en su afirmación anterior, afirmó que “no había ningún tipo de negociación posible o vía de diálogo”, razón por la cual, volvió a decir, “se intervino con la policía“.
De todos modos, el ministro aseguró que los piquetes son encabezados por “organizaciones políticas” en un “80 por ciento”, pero que si hay alguna posibilidad de “solucionar con diálogo, vamos a apostar a solucionar el tema conversando” remató.