Un sinfín de opiniones giran alrededor del debate acerca de las PASO, mientras la idea de derogarlas sigue haciendo ruido. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, había propuesto hace unas semanas anularlas y recibió un cierto apoyo por parte del universo Cambiemos.
En la misma línea, también manifestó que “me da mucha bronca. Yo vivo para ahorrar de a cien mil pesos y poner tantos millones de pesos en una elección que sólo se hace acá en Argentina y ha demostrado que es inútil, porque es la segunda vez que prácticamente que no se usa”, es un despropósito en la consideración del mandatario. Complementariamente, aseguró que a fin de año va a proponer derogarlas.
Luego, Macri agregó que “vamos a demostrar que estamos en contra de la resignación, la injusticia y la corrupción”, haciendo hincapié en que otros funcionarios como el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el presidente del Pro a nivel nacional, Humberto Schiavoni, también acuerdan con el concepto de anular las PASO.
Pero Macri no fue el único que manifestó su oposición a realizar las primarias, ya que el diputado del Pro, Pablo Tonelli también expresó su opinión en el mismo sentido.
“La discusión acerca de la utilidad y conveniencia de las PASO transita, al menos hasta ahora, por el altísimo costo que ellas generan y por la casi nula competencia que suscitan. Esto último porque casi todos los partidos políticos y alianzas que luego competirán en las elecciones verdaderas -y decisivas- suelen presentar listas únicas y evitar todo tipo de competencia interna, como ha quedado bien en evidencia en el actual turno electoral”, sostuvo el funcionario.
Además, sostuvo que estas elecciones son “inconstitucionales”, porque “no es razonable y tampoco democrático que quien no se involucra en la vida interna de un partido político ni participa de ella termine eligiendo a los candidatos que el partido en cuestión habrá de presentar a la sociedad”.
“Lo razonable es que esa selección la hagan los afiliados de los partidos, que son quienes les dan vida y sentido. De lo contrario, sus derechos son desbaratados y quedan reducidos a la burocrática elección de autoridades partidarias”, remarcó Tonelli.
También dijo que “si un partido político quisiera, voluntaria y autónomamente, consultar la opinión de todo el electorado a la hora de elegir a sus candidatos, nada impide que realice unas elecciones internas o primarias ‘abiertas’, como ya ha ocurrido”. Y, en el mismo sentido recordó las internas abiertas entre José Octavio Bordón y “Chacho” Álvarez en 1995 y entre Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide en 1999, “ambas para dirimir la candidatura a presidente de la Nación, nada menos”.
Al final de su declaración, el diputado del Pro afirmó que “derogar las PASO, ya fuera por razones “prácticas” o “institucionales”, sería un importante paso adelante en pos del fortalecimiento de los partidos políticos y de nuestra aún inmadura democracia”.
Quien también se pronunció con respecto a la idea de anular las elecciones primarias fue el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, que alegó que es por “el alto costo que éstas significan”. En ese sentido, Santilli que declaró que “hay que analizarlo, por lo menos. Hay que repensar cómo hacemos para no gastar tanto dinero de los ciudadanos”.
“Las PASO le cuestan al país 27 mil millones de pesos, cuando esos fondos se podrían utilizar para mejorar la salud y la educación pública, que están en situación de emergencia”, concluyó el diputado porteño.
A pocos días de que los argentinos se acerquen a las urnas, la discusión involucra a los partidos políticos, sin embargo, la derogación de las elecciones primarias debe ser sancionada por el Congreso y con mayorías especiales, por ser una ley electoral.
El oficialismo sólo enviaría un proyecto de ley en este sentido en 2018, que se debatiría junto con la Reforma Electoral que establece la Boleta Única Electrónica, que ya fue rechazada anteriormente por la oposición peronista en el Senado.