“Es un hecho que es bochornoso, y antes del 31 de agosto tiene que estar terminado. No se explica por qué hay que darle el 51 por ciento a la empresa. Es bastante escandaloso, es bueno que haya salido a la luz. Hay una buena oportunidad de impedirlo, por la propia ley no se puede hacer lo que están haciendo”, mencionó este lunes el excanciller de Cristina Fernández.
Sin embargo, el Gobierno, de la mano del jefe de Gobierno Marcos Peña salió a desmentir esta vesión, atribuyéndole al kirchnerismo la intención de ensuciar al oficialismo a través de “una mentira”.
“Eso es falso, otra mentira más. Mintieron gobernando todo el tiempo, siguen mintiendo como oposición”, disparó Peña en declaraciones a la agencia DyN, y confirmó que la dependencia estará bajo la órbita del Ministerio de Modernización, de Andrés Ibarra.
Sin embargo, Mauricio Macri confirmó que se firmó un acuerdo con la firma estadounidense Hughes al desconocer que se trata de una maniobra ilegal, ya que requiere de autorización del Congreso tal como lo establece la ley.
Mientras que la oposición define este acercamiento como “privatización”, el oficialismo lo define como “acuerdo”, que busca también construir el satélite Arsat 3, lo cual permitirá “potenciar la capacidad tecnológica del país y en particular de la empresa Invap”, según el mandatario.
Contrastando la versión opositora, el Presidente aseguró que este acuerdo no consta “bajo ningún motivo ni circunstancia la privatización” de la compañía “ni de ninguno de sus activos”, y que busca la creación de la compañía Newco. Esta nueva empresa incorporará inversión externa y privada a las misiones satelitales nacionales, que “no pueden seguir financiándose en un 100% con los impuestos de los argentinos”.
Así, Arsat se convierte en un bastión de campaña electoral, donde el histórico dicho “miente, que algo quedará” se hace presente. Sin embargo, los papeles y los hechos contratos develarán al mentiroso. En ambos casos, deberán presentarse ante la Justicia y mostrar su evidencia.