La política siempre es la continuación de la guerra por otros medios. En este caso, la guerra es por el poder, ya sea por conservarlo u obtenerlo. Los resultados de las PASO en la Provincia de Buenos Aires fueron mirados con mucha atención desde el Congreso, en especial por dos legisladores: el senador Miguel Ángel Pichetto y el diputado Diego Bossio.
La segura llegada de la candidata a senadora nacional por la Provincia de Unida Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, al Congreso provocará reacomodamientos internos y una pelea por el poder en los distintos sectores del peronismo que tienen representantes en el Parlamento nacional.
Cristina llegará con la idea de liderar al peronismo en el Senado y que eso tenga una correlación en la Cámara de Diputados. “El plan de la expresidenta es presidir la bancada que actualmente encabeza Pichetto y que además, es la más grande del Senado. El Frente para la Victoria (FpV) tiene 36 senadores y Cristina piensa que ese bloque puede crecer con aliados provinciales y transformarse en una verdadera fuerza opositora que complique las iniciativas de ley del gobierno de Mauricio Macri. Para que eso ocurra, Pichetto debe dar un paso al costado”, le confesó a Noticias Urbanas un senador nacional.
Pichetto conoce a la perfección ese plan y ya tiene pensada una estrategia para enfrentar a Cristina. “Miguel Ángel no va a entregar la jefatura del bloque, con lo cual Pichetto piensa liderar una bancada peronista no kirchnerista. Para lograr ese objetivo ya comenzó a tener reuniones con gobernadores peronistas como Juan Schiaretti de Córdoba, Gildo Insfrán de Formosa y Carlos Verna de La Pampa, entre otros”, le dijo a este medio un colaborador de Pichetto.
El actual jefe del bloque del Frente para la Victoria cree tener un argumento de peso para convencer a los gobernadores justicialistas: las provincias necesitan imperiosamente la plata de la Nación para hacer obras y pagar sueldos, si se juntan con Cristina y comienzan a oponerse a las medidas del gobierno, automáticamente el presidente Mauricio Macri no les enviará la que necesitan.
Pichetto tiene una estrategia a dos bandas, por un lado pretende armar un bloque peronista convenciendo a los gobernadores, pero también intenta convertirse en un aliado imprescindible para el gobierno ante el temor de lo que haga Cristina en el Senado
En el Senado hay 3 presentantes por cada una de las 24 provincias, lo que decidan esos 72 senadores es importante para el avance o el retroceso de leyes. Para el juego sea aún más entretenido, tanto Cristina como Pichetto posaron sus ojos en la Cámara de Diputados.
La expresidenta también cree que su llegada a la Cámara Alta puede unificar a los bloques en que se dividió el peronismo en Diputados.
El Frente para la Victoria que conduce Héctor Recalde tiene 70 diputados. Dos de los bloques en los que se desmembró el FpV fueron el Bloque Justicialista de Diego Bossio, que tiene 17 legisladores, y los 5 diputados del Movimiento Evita que formaron el bloque de Peronismo para la Victoria. “La llegada de Cristina va a provocar un reacomodamiento y ella está convencida de que muchos de los que se fueron van a volver”, dijo un diputado cercano a Cristina.
Por eso, Bossio empezó a tejer una alianza con Pichetto para enfrentar a la candidata a senadora de Unidad Ciudadana, el extitular de la Anses pero tampoco quiere que se le desarme el bloque y que haya una fuga mayoritaria hacia el FpV.
La alianza con Pichetto les servirá a diputados del peronismo provincial cuyos gobernadores no quieren a Cristina y por ahora necesitan del dinero de Macri.
La guerra es inminente e inevitable, nadie a pronosticar a decir quién será el vencedor.