El Decreto Nº 3.769/80 firmado por el entonces Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore otorgó al Colegio de Escribanos de la Capital Federal "el arrendamiento por el término de veinte años renovables, a contar del 1º de julio de 1980, de 480 nichos de ataúd y 72 nichos de restos en la galería 24 del Cementerio de la Chacarita".
Naturalmente la concesión venció en el año 2000, pero los escribanos más rápidos que perezosos, reclamaron que se le renueve dicho beneficio existencial.
Pero, en un reelevamiento sobre terreno, la Dirección General de Cementerios comprobó que sólo la mitad de los nichos en cuestión se encontraban ocupados, por lo que solamente, le concedieron la concesión por 20 años más, de 240 nichos de ataúd y 72 nichos de restos en el Cementerio de la Chacarita.