La desaparición de Santiago Maldonado se convirtió en un problema político para el Gobierno de Mauricio Macri. Eso está claro. La cuestión es aún más grave debido a que el tema crece, crece y crece. La situación de Gendarmería se complica y nadie sabe lo que puede pasar con los gendarmes que participaron del operativo donde desapareció el joven.
Si, tal como dijo el hermano de Santiago, la fiscal comenzó a investigar a la Gendarmería por desaparición forzada, las consecuencias políticas para el Gobierno son impredecibles.
Dentro de ese contexto, los socios políticos del Pro en el Gobierno, la Coalición Cívica (CC) y la Unión Cívica Radical (UCR), empezaron a presionar al Presidente de la Nación, Mauricio Macri, para que le suelte la mano a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El primero en salir a decir públicamente que el Gobierno se había equivocado en el manejo del caso Maldonado fue Ernesto Sanz.
“Acá hubo algún error de comunicación o de manejo. Me quedo con la respuesta del Gobierno de las últimas 48 horas”, criticó el exsenador radical.
Según su lectura, el tema estuvo “encapsulado” en el Ministerio de Seguridad durante los primeros días de búsqueda. Y llevó sus críticas un paso más allá al hablar de la necesidad de una respuesta “más potente en términos de comunicación a la sociedad” por parte del Ejecutivo. “No digo más seria, ni más responsable, ni de mayor involucramiento, porque eso lo hubo desde el primer minuto. El Gobierno tomó esto con mucha seriedad. Me consta porque en alguna reunión estuve”, aclaró.
“Sanz se reúne seguido con Macri y ya le sugirió que la mejor manera de que el tema no siguiera perjudicando aún más al Gobierno era echando a Bullrich”, le dijo a Noticias Urbanas un funcionario nacional que trabaja en la Casa Rosada.
La defensa que Bullrich hizo de la Gendarmería terminó siendo una carta de doble filo que podría eyectarla de su puesto. “La situación es muy complicada, no solo por lo de la Gendarmería, sino también por el papel que cumplió su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, en el operativo en donde desapareció Maldonado ”, agregó la fuente consultada por este medio.
Tanto el Gobierno de Macri como sus socios políticos tienen temor a lo que surja del entrecruzamiento de llamados de los celulares de Noceti y los jefes de Gendarmería de la zona.
Elisa Carrió también cree que es hora de sacar a Bullrich para beneficiar a Macri. Lilita escribió un tuit muy desafortunado pocos días después de la desaparición tratando de dirigir las sospechas sobre el kirchnerismo. Después de eso se llamó a silencio y no volvió a hablar.
“Lilita es muy inteligente y ya se dio cuenta de lo que pudo haber pasado, por eso también se reunió con Macri y le dijo que lo mejor era desplazar a Bullrich”, le manifestó un dirigente de la Coalición Cívica nacional a NU.
Los tiempos se acortan y los gendarmes que participaron del operativo están cada vez complicados. Los socios políticos de Macri ya decidieron qué solución tiene que tomar.