Domingo Felipe Cavallo funciona como augurio de escenarios desafortunados en la historia económica de este país. Casi como si se tratara de una profecía, Cavallo toma el rol del “gallo” que canta para anticipar el comienzo del apocalipsis, según los textos bíblicos.
Cabe recordar sus apariciones de las últimas décadas: su presidencia en el Banco Central en el 82, también fue ministro de Economía de la Nación durante la gestión de Carlos Ménem donde impulsó la Ley de Convertibilidad del Austral y fue el autor de la corrida bancaria denominada Corralito durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Nada salió bien.
Ahora, esta semana volvió a aparecer en el escenario, retornando a su primer hogar: el BCRA, donde mantuvo una reunión con quien lidera hoy la entidad, Federico Sturzenegger.
Cabe recordar, en este sentido, que el actual líder de la máxima institución monetaria fue socio en la ejecución del Megacanje de 2001.
A pesar de que no hay razones oficiales que indiquen el motivo de la reunión, se cree que el exjefe de Sturzenegger volvió para aconsejarlo, por la cual ambos estuvieron procesados durante años.
La visita del exfuncionario se produjo en medio del revuelo por la entrega a Europa de las reservas de oro que atesora el Central, en un cuestionado traslado. Desde el Gobierno reconocieron que el metal podría ser ofrecido en garantía para eventuales créditos, en el marco de un proceso de endeudamiento récord que registra hoy el país.
La relación con Sturzenegger es estrecha, puesto que el actual presidente del Central ocupó en 2001 el cargo de secretario de Política Económica. Llegó a esa función de la mano de Ricardo López Murphy en marzo de ese año y conservó el cargo cuando asumió Cavallo al frente del Palacio de Hacienda. Fue en esa gestión cuando se anunció el recorte del 13 por ciento de los salarios de la administración pública, de las jubilaciones y de las asignaciones familiares. Sturzenegger renunció unas semanas antes del estallido del 20 de diciembre de 2001, con el argumento de que iba a dedicarse a tiempo completo a la academia.
Hace unas pocas semanas Cavallo ya le había recomendado a Sturzenegger viajar con él a conocer de cerca cómo funciona el modelo de Perú. “Tiene que viajar a ver cómo funciona la convertibilidad peruana y entender cómo se hacen las cosas en un país en serio”, invitó. Agregó que “el sistema implementado en tiempos de Fujimori convirtió a Perú en la vedette de la región”.
Es que como si de un deja vu se tratara, el mismo Pedro Biscay, exdirector del BCRA, opinó: “Es la reafirmación de que estamos en un proceso político y económico que no es novedoso. Muy por el contrario, es la continuidad en materia de política monetaria y financiera que llevó a cabo Domingo Cavallo y que pregonó toda su vida. La misma que comenzó a aplicarse con el último golpe cívico-militar y que continuó con Cavallo y ahora con este Gobierno”.
En el Banco Central de Macri se van los U$S para financiar la fuga de los amigos, se va el oro al país que ocupa Malvinas.Pero entra Cavallo pic.twitter.com/Wjw73zgiFQ
— Fernanda Vallejos (@fvallejoss) September 26, 2017
Y redobló: “Tanto Sturzenegger como Cavallo, son el reflejó más característico de la aplicación de reformas neoliberales que derivaron en la peor crisis socioeconómica en 2001-2002, con inestabilidad financiera, atraso cambiario, una deuda externa impagable y renuncia de la soberanía económica del país. La foto de ambos es el reflejo de una dirección en la política cambiaria y de un modelo de desindustrialización y valorización financiera, donde la economía real se divorcia del sistema financiero”.