Tres intendentes que están con CFK le hacen un guiño a Pichetto

Tres intendentes que están con CFK le hacen un guiño a Pichetto

Son Leonardo Nardini, Gustavo Menéndez y Santiago Maggiotti, que en plena campaña se reunieron con un enemigo declarado de CFK.


Una foto, nada más que una foto, desató una catarata de especulaciones dentro del peronismo bonaerense (¡¡¡qué dirían los antiguos!!!). Tres de los intendentes de la Primera Sección Electoral provincial, Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Santiago Maggiotti (Navarro) y Gustavo Menéndez (Merlo), se reunieron con el presidente del bloque de senadores nacionales peronistas, Miguel Ángel Pichetto, y destaparon la caja de los males.

Las primeras especulaciones de los analistas se refirieron a una inminente huida de los tres jefes comunales de Unidad Ciudadana. Paralelamente, dedujeron que Cristina Fernández de Kirchner quedará próximamente sumida en la soledad.

El problema es que de los deseos a la realidad existe una distancia que puede ser mayor o menor, pero que lo mismo existe. El gesto de independencia de los intendentes puede ser interpretado de muchas maneras, pero hasta ahora ellos no dieron muestras de que su futuro se encuentre tan lejos de la expresidenta como se supone.

Diferente es el caso del senador rionegrino, que fue hasta ahora el peronista que más duro se mostró en público con Cristina Fernández de Kirchner. Él sí tomó una considerable distancia, hasta el punto de alegar que no la recibirá en el bloque que preside, ya que “así como la señora armó un partido, es esperable que esa fuerza tenga su correlato en la vida parlamentaria, con la conformación de un bloque propio, que deberá denominarse Unidad Ciudadana”, golpeó con la fuerza de un martillo.

De todos modos, la cambiante realidad que padece el peronismo por estos días le dio marco al título que le pusieron a la foto sus protagonistas: “Imaginando la Argentina que viene”. Está claro que todos los que figuran en la estampita imaginan su futuro dentro del peronismo, en el que militan los cuatro. No menos claro es que después del 22 de octubre se realinearán los planetas para darle paso a una nueva realidad, que será la que rija en el tramo final hacia 2019.

Aquí la clave del análisis es definir el perfil que elegirán para sí mismos tanto los gobernadores –el verdadero poder dentro del PJ– como la propia Cristina, que se apresta a desarrollar su flamante movimiento Unidad Ciudadana. Se puede afirmar con seguridad fontaniana que ella irá por afuera. Lo siguiente es que en 2019 deberán enfrentar a una sólida coalición de Cambiemos, que ya llevará cuatro años en el poder, todo esto para el caso de que la situación económica no se desmadre.

El otro elemento a tener en cuenta será el resultado del 22 de octubre. Si, a pesar de las encuestas, CFK ganara, el panorama será mucho más favorable para su proyecto político. Si, por el contrario, el resultado le fuera desfavorable al peronismo bonaerense, se abriría el proceso de sucesión a su liderazgo. Hay una tercera afirmación que es casi indiscutible y es que el PJ y Unidad Ciudadana se necesitan mutuamente para triunfar en 2019, en especial frente a un Cambiemos que busca solidificar su opción electoral.

El domingo, Cristina visitará al municipio de Malvinas Argentinas, justamente la patria de Leonardo Nardini, uno de los “rebeldes” de ayer. Nardini, Menéndez y Maggiotti vienen protagonizando un sólido rearmado del peronismo de la Primera Sección Electoral. Recorrieron todos los distritos, en donde alinearon a todos sus colegas dentro del proyecto y acercaron a los “sin tierra” (los jefes comunales derrotados) también a su liderazgo.

De todos modos, la actitud del trío desató una serie de cuestionamientos internos dentro de Unidad Ciudadana, ya que sus colegas se sintieron “ninguneados”. Claro, estos planteos no llegarán al público, aunque no dejarán de tener sus consecuencias, tal como ocurría cuando los líderes del Grupo Esmeralda, Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Juanchi Zabaleta, pasaban por encima a sus colegas y acaparaban las negociaciones con el Gobierno provincial.

En este caso, en un país lleno de grietas, se ahondó una de ellas, la que dividía a los otrora “preferidos” del Gobierno provincial (el Grupo Esmeralda), hoy en retirada, de los intendentes de la Primera Sección. Estos ya avisaron que están dispuestos a hablar “con todos”, signifique esto lo que signifique. Los de la Tercera Sección, en cambio, han quedado algo desarmados en su construcción política, superados por el trabajo de hormiga del trío que se juntó con Pichetto.

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