Las autoridades del INDEC difundieron esta mañana que el censo programado para este fin de semana en todo el país empezará el sábado y terminará a las 13 del domingo. En ese periodo de tiempo, solo podrán estar abiertos al público pequeños locales como zapaterías, peluquerías, farmacias o negocios de ropa. Mientras tanto, deberán permanecer cerrados hasta que termine el relevamiento los negocios de venta de alimentos o bebidas, como restaurantes, supermercados, bares o cines. Se multará a aquellos comercios que abran sus puertas sin estar autorizados a hacerlo.
Los directivos del Indec explicaron que con la medida buscan evitar que se formen grandes concentraciones de público, suprimiendo toda actividad que las cause. "Los grandes negocios se cierran para que no se estimule a la gente a salir de su casa y el censista pueda encontrar a todos los habitantes de una vivienda dentro de ella", señalaron.
En la Capital habrá 40 mil censistas para relevar a aproximadamente 3.500.000 porteños, de los cuales la mayoría, unos 37 mil, serán docentes. Estos asistieron casi en un 90 por ciento a las reuniones especiales de capacitación que les brindó la Ciudad. Debido al conflicto con el gremio docente de la CTERA, que se negó a intervenir en el censo, todavía faltan cubrir 6700 puestos dejados vacantes por los maestros, según informó la Dirección Estadística y Censos porteña. Desde este lunes se están anotando voluntarios para cubrir las vacantes, pero se aceptará sólo a empleados públicos y estudiantes universitarios.
En las villas y asentamientos porteños los censistas serán miembros del personal de la Comisión Municipal de la Vivienda y de la Secretaría de Promoción Social. El resto de la ciudad será relevada por docentes. En la Capital planean cubrir un 80 por ciento de los encuestados en el día sábado, mientras que el restante 20 por ciento lo será el domingo.
Aunque están permitidas ausencias circunstanciales de personas en su hogar durante el censo, el Indec recomienda estar presente para facilitar las tareas. En caso de no encontrarse presente en la vivienda alguno de sus miembros estables, los demás deberán tener los datos precisos para responder por él. Aquellas personas que se encuentren de viaje serán encuestados en el lugar donde estén.
"Las preguntas del censo son muy simples", manifestaron los encargados del censo 2001. Agregaron que no se exige respaldar las respuestas con ningún tipo de documentación ni el censado corre riesgos de que se transmita su información. Los niños serán entrevistados, siempre y cuando puedan responder por sí solos a las preguntas de la encuesta.
En las Villas de emergencia, en las casas tomadas o en los barrios considerados inseguros de la Capital, los censistas serán acompañados por efectivos de las fuerzas de seguridad. Se firmaron ya convenios con el sindicato de los encargados de edificios y con la Policía Federal, para brindarles seguridad tanto a los encuestados como a los encuestadores.
Finalmente, mañana se difundirán los tipos de credenciales que portará el censista, para poder identificarlo como legítimo. Esta medida fue tomada a último momento para evitar posibles falsificaciones.