Ricardo Etchegaray, extitular de la AFIP, fue procesado este martes por la presunta comisión del delito de “administración fraudulenta”, en el marco de una causa que investiga el posible pago de sobreprecios en la contratación de una empresa de limpieza para la sede central del ente recaudador.
La medida fue dictada por el juez federal Sergio Torres, quien a su vez le asignó a Etchegaray el delito de “negociaciones incompatibles con la función pública”, con lo cual lo embargó por 15 millones de pesos, monto similar al de la licitación por los servicios de limpieza.
En primer lugar, se trata de la empresa Limpiolux, luego gestionar una oferta que excedía los 15 millones de pesos, mientras que su competidora Ricardo Bilbao había presentado otra con un monto de 7 millones.
En su fallo, el magistrado manifestó que “Etchegaray es el responsable de la adjudicación. Inútiles resultan sus dichos relativos a que actuó en base a las recomendaciones que efectuaron las áreas intervinientes.Ya que estas dependencias aconsejan, pero no tienen capacidad de resolver el proceso”. Y añadió que “El mismo indicó en su descargo que en una ocasión se apartó de las recomendaciones efectuadas por las oficinas que intervinieron previamente en la resolución”. Además, entre las personas procesadas se encuentra la duela de la empresa ganadora, Cecilia Peluso, que se suma a un total de 10 condenados.
Al respecto, Torres expresó que “la conducta de los funcionarios de la AFIP indagados no se condice con los intereses del Estado a raíz de la injustificada elevación del presupuesto y del claro direccionamiento hacia la empresa Limpiolux SA”.
Sin embargo, el extitular de AFIP había prestado declaración indagatoria en mayo y fue procesado más de 5 meses después, tras un estudio realizado por el Cuerpo de Peritos de la Justicia Nacional Especializada en Casos de Corrupción y Defraudación de la Corte Suprema. En su declaración indagatoria, Echegaray rechazó los cargos y deslindó responsabilidades, al sostener que firmó la contratación porque una auditoría interna concluyó que debía llamarse a licitación y que lo hizo luego que el trámite pasó “todas las instancias inferiores” que tenía a cargo.
Echegaray había dicho además que Limpiolux había sido contratada en otras dependencias estatales, como el Ministerio de Educación, a cargo entonces de Alberto Sileoni.