Los cínicos no descansan nunca. Si, además, esas personas se dedican a la política, los mal pensados les suelen atribuir una frase que les sirve de muletilla para definir al mundo que los rodea. La afirmación es un detonador que destruye exquisitamente las ilusiones de los más ingenuos: “Dios castiga a los hombres cumpliéndoles los sueños”.
Aunque el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, no integra este grupo, se le están cumpliendo varios sueños. La gran elección que realizó Vamos Juntos en la Capital Federal determinó su futuro político. El amplio respaldo que recibió en las urnas hizo que Larreta se consolidara como la figura más importante del Pro de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, ahora más que nunca todas las decisiones de políticas, partidarias y de gestión, pasarán pura y exclusivamente por él
Luego del triunfo electoral, el jefe de Gobierno decidió que irá por su reelección en 2019. “La idea de Horacio es seguir el mismo camino de Mauricio Macri: gobernar por dos períodos la Ciudad y después saltar a la presidencia. Pero hay un detalle, quiere superar lo hecho por Mauricio en la Ciudad y dejar un legado a través de grandes obras”, le dijo a Noticias Urbanas un importante funcionario del gabinete porteño.
Para cumplir ese objetivo, entiende que debe tener todo el poder y que todas las decisiones pasen por él. Por eso, a fin de mes decidirá quién será el nuevo jefe del bloque de legisladores de Vamos Juntos (la alianza que integran el Pro, la Coalición Cívica y Confianza Pública). Francisco Quintana, actual jefe del interbloque, pasará a ocupar la vicepresidencia primera, una vez que Carmen Polledo deje ese cargo para ir a la Cámara de Diputados.
Los legisladores Agustín Forchieri y Daniel Presti son los dos candidatos que pelean por la jefatura del bloque. Hasta ahora cuentan con las mismas chances y, según les dijo el propio Larreta , él decidirá quién será el sucesor de Quintana. Para que no haya heridos, el que no sea elegido tendrá un importante rol en el bloque y en algunas comisiones.
Al mismo tiempo que Larreta nombre al nuevo jefe del bloque, definirá el pase al Ejecutivo de algunos legisladores que quedaron afuera del parlamento local (ya sea por el fin de su mandato o por no haber podido ser reelectos) y que el jefe de Gobierno considera que hay que premiar por su lealtad y por su trabajo. Juan Pablo Arenaza, Octavio Calderón, Claudia Calciano y Esteban Penayo son candidatos firmes a pasar al Gobierno de la Ciudad. Larreta habló con varios de ellos y les adelantó que le gustaría que lo acompañaran en la gestión.
Arenaza estuvo ocho años en la Legislatura y quiere seguir en la política de la Ciudad. Podría ocupar algún ministerio, si se tiene en cuenta que Larreta haría cambios ministeriales y hasta podría dividir alguna cartera, como es el caso del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología.
Calderón, que es abogado de Margarita Barrientos, podría ocupar un importante cargo en la integración y urbanización de las villas de la Ciudad. Esto podría cambiar si no llegaran a asumir todos los legisladores del Pro que fueron elegidos en octubre. Calderón quedó muy cerca de entrar. Entonces, en caso de que alguno no asuma su banca para ir al Ejecutivo, podría también volver a la Legislatura.
Por su parte, Calciano podría pasar a trabajar bajo la órbita de la Subsecretaría de Trabajo. El lugar de Penayo está por definirse.
Al mismo tiempo que decide todas estas movidas, Larreta implementará en la Legislatura porteña una jugada política que apunta contra el líder de Evolución, Martín Lousteau. Se ejercerá una fuerte presión para ir limando ese interbloque, que integran nueve legisladores de tres espacios distintos: Suma+, el Partido Socialista y Mejor Ciudad.
“El que decidió enfrentarnos e ir a la guerra fue Lousteau. Ahora tiene que atenerse a las consecuencias, porque su interbloque actúa como oposición en la Legislatura”, le dijo a NU un legislador del Pro.
En principio, la idea del oficialismo porteño es explotar las diferencias entre los tres espacios para que el interbloque Evolución se divida. Es muy posible que el Pro aproveche las disidencias internas que el legislador socialista Roy Cortina mantiene con sus compañeros de Evolución. En caso de que Cortina rompa, Evolución perdería dos legisladores, ya que el socialismo además cuenta con la banca de Hernán Arce. A esa movida, también, se le agrega el operativo seducción que el Pro implementa sobre equipos técnicos y ciertos asesores legislativos de Lousteau. Según le contó a este medio un importante operador de Evolución, el Pro ya estuvo tanteando a algunas personas.
Para Larreta, el mapa de situación le permite ser ambicioso y el futuro se insinúa prometedor. Muy lejos de aquella frase en que Dios castiga a los hombres cumpliéndoles los sueños.