Antes de haber asumido como el nuevo ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein se cruzó con la radical María Patricia Vischi, legisladora del interbloque Evolución, que responde a Martín Lousteau. Luego de que el funcionario expuso su preocupación sobre las cifras de la obesidad infanto-juvenil, Vischi pidió que se trate el tema en la Legislatura porteña.
“La obesidad infantil es el principal problema de salud pública en Argentina. Así lo afirmó el nuevo ministro de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein y comparto dicho afirmación. Para ratificarlo, menciono que en el 2016 presenté un proyecto de Ley de Prevención, Promoción, Asistencia y Rehabilitación de la obesidad infanto-juvenil”, indicó la legisladora porteña.
Según el informe del Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional, elaborado por la Organización Panamericana de Salud/Organización Mundial de la Salud, coloca a nuestro país encabezando el ranking regional de obesidad infantil.
Habitualmente, cuando se habla de nutrición infantil, se da por sobre entendido que el foco central es la desnutrición o la alimentación deficitaria; en especial de macro y micronutrientes. Sin embargo, se han realizado investigaciones y proyectos estadísticos donde se refleja un aumento significativo del sobrepeso y la obesidad en la edad escolar.
La OMS estima que en diez años, la mayoría de los niños, padecerán este tipo de problemática, si es que no se realizan cambios radicales en las conductas alimentarias, lo que generaría como factor de riesgo a futuro distinto tipo de problemáticas como:
– Cardiopatías, resistencia a la insulina (signo temprano de diabetes inminente), trastornos osteomusculares (especialmente artrosis, enfermedad degenerativa muy discapacitante que afecta las articulaciones), algunos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon) y discapacidad, sin dejar de lado problemas en la autoestima y calidad de vida.
– La falta de información acerca de enfoques sólidos respecto de la nutrición, así como la limitada disponibilidad y asequibilidad de los alimentos sanos contribuyen a agravar el problema. La promoción intensiva de alimentos y bebidas híper calóricos para los niños y las familias lo exacerban más aún. Nuestra población presenta el mayor porcentaje de Obesidad Infantil. En niños y niñas menores de 5 años, la prevalencia es del 7.3%.
Al respecto, Vischi destacó que “nuestra población presenta el mayor porcentaje de Obesidad Infantil. En niños y niñas menores de cinco años, la prevalencia es del 7.3%. En este contexto, para luchar contra la epidemia de obesidad infantil y sus enfermedades asociadas, la responsabilidad individual no es suficiente. Es indispensable implementar políticas para garantizar a toda la población el acceso a alimentos saludables y disminuir el consumo de alimentos no saludables, como bien se expone en la Ley N°3.704 de alimentación saludable variada (PAS) y guía de alimentos y bebidas saludables (GABS)”.
“La puesta en práctica del trabajo destinado a reducir la carga de la obesidad Infanto-Juvenil, requiere un compromiso político sostenido y de la colaboración integral del Gobierno”, concluyó Vischi.