El señor acusado de "golpear a la chica" estaba vestido de remera naranja y era acompañado por un amigo de chomba azul. Al ser retirado por la policía marcaba obsesivamente su celular en busca de proteccción legal para algo sobre lo que había cien dudas, dado que era el testimonio de una niña contra el suyo, pero lo hacía camino a la puerta arrastrado por dos policías con remeras de PFA. Cuando en la platea era, en principio, convencido por la policía para irse, durante los minutos que duró la suspensión, las masas presentes, sin saber de razones ni nada, comenzaron a gritar "¡que se lo lleven!" y los moderados "que se vaya".
18 February, 2006 | 0:00