Para el Gobierno de Mauricio Macri fue un triunfo por partida doble. El Senado les dio el miércoles por la noche media sanción a las leyes de responsabilidad y consenso fiscal y a la polémica modificación del cálculo de actualización de las jubilaciones. Las dos leyes fueron parte del paquete que el Gobierno negoció con los gobernadores después de las elecciones.
El problema lo tuvieron los senadores peronistas que apoyaron las reformas previsionales, en un día en donde una multitudinaria marcha de los gremios opositores los acusaron por lo que estaban por votar.
El propio jefe del bloque de senadores del Fr ente para la Victoria (FpV), Miguel Pichetto, que votó a favor de los proyectos, aclaró que sólo lo hacía porque respetaba el arreglo que habían hecho los gobernadores. Dejando en claro no estaba del todo de acuerdo con las modificaciones a las jubilaciones. Es más, dijo que el proyecto era unja responsabilidad del Gobierno nacional y que debían hacerse cargo de eso.
En la sesión de anoche, el oficialismo logró los votos, gracias a la colaboración del sector del PJ que responde a los caciques provinciales. Las iniciativas fueron giradas a la Cámara de Diputados.
La reforma previsional era el proyecto fue aprobado con 43 votos positivos, 23 negativos y 3 abstenciones. La reforma previsional que impulsa Mauricio Macri modifica la fórmula con la que se actualizan las jubilaciones y pensiones dos veces al año, reemplazándola por una que, a criterio de la oposición, perjudicará al sector pasivo.
El nuevo método de actualización se ejecutará desde marzo trimestralmente sobre la base de una fórmula que integra, en una proporción de 70/30, la variación de la inflación y el índice que mide la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte).
“Esta reforma es inconstitucional porque barre con derechos adquiridos”, cuestionó la kirchnerista María de los Ángeles Sacnum (Santa Fe), quien consideró que, de aprobarse la iniciativa, se “estaría dando el tiro de gracia” al sistema universal y de reparto.
La reforma también permitirá a los trabajadores optar por seguir activos cinco años más allá de la edad de jubilación (65 para las mujeres y 70 para los hombres), período en el que las empresas dejarán de hacer aportes, y garantizará el 82% móvil a quienes cobren la mínima y hayan realizado 30 años de aportes.
El oficialismo defendió la iniciativa, que marcó como parte de un compromiso más amplio, sellado entre Nación y provincias y que elimina impuestos distorsivos, baja el gasto y el déficit fiscal y pone límites al endeudamiento y a la incorporación de empleados públicos. El proyecto sobre responsabilidad fiscal fue apoyado por 53 votos positivos, 14 negativos y 2 abstenciones. En tanto el consenso fiscal fue sancionado con el voto de 52 senadores, el rechazo de 15 legisladores y la abstención de 2 parlamentarios.
“Esto va a garantizar que la Argentina no explote dentro de 20 o 25 años”, afirmó el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (Pro-Capital). “Vamos a bajar el déficit, pero vamos a eliminar impuestos, no sólo nacionales, sino provinciales”, agregó.