Apenas horas después de jurar como legisladora por segundo mandato consecutivo, María Rosa Muiños ya piensa en lo que vendrá. “Se vienen unos años complejos”, asegura a Noticias Urbanas una de las diputadas más laboriosas de 2017: por año, es autora de entre 250 y 300 proyectos legislativos, y coautora de unos 200.
Ante un oficialismo por primera vez con mayoría propia, Muiños será una de las espadas opositoras dentro del interbloque que acordó el PJ porteño con la bancada del kirchnerismo, que a su vez tiene como referente al exministro Carlos Tomada. La diputada dice que su espacio deberá tener “mucha paciencia y voluntad de construir consensos”. Y aprovecha para meterse en la discusión peronista tras las últimas derrotas electorales. “El partido tiene que modernizarse”, exige.
–¿Con qué expectativas asume nuevamente al cargo?
–Se vienen unos años complejos en la Legislatura, con un bloque oficialista que tiene mayoría propia. Supongo que va a ser complicado y nos va a requerir de mucha paciencia y voluntad de construir consensos, porque la verdad es que, salvo por las leyes de doble lectura, las demás las van a poder aprobar sin problema.
–¿Para el oficialismo va a ser más fácil gobernar entonces?
–No sé si la tienen más fácil por ser mayoría. Yo creo que los legisladores oficialistas van a tener más responsabilidad que nunca de cara a los vecinos.
Juramento. María Rosa Muiños, al momento de iniciar su segundo mandato consecutivo en la Legislatura.
–Es la primera vez que el macrismo tiene mayoría. ¿Eso es mérito del oficialismo o error de la oposición?
–Yo creo que es una mezcla de cosas. Evidentemente, ellos han tenido un nivel de recaudación de aportes de la Nación muy llamativo en los últimos años, lo que se vio, por ejemplo, con el traspaso de la Policía. Es una ciudad pequeña y rica que ha sido administrada, especialmente bajo el mando de Horacio Rodríguez Larreta, con la concepción de una ciudad moderna, y eso ha tenido su expresión en las urnas.
–¿Cree que Larreta tiene una gestión más que nada vistosa?
–Tenían una gestión más vistosa cuando estaba Macri, porque ahora han intervenido sobre algunos temas que la oposición les reclamó durante muchísimos años, como la urbanización de las villas.
–Rescata algo positivo de la gestión.
–Yo creo que fueron aprendiendo de los reclamos de la oposición sobre algunas políticas con más actividad. Pero hay algunos temas donde se podría hacer más y mejor. En vez de priorizar el metrobús, deberían poner más énfasis en extender las redes de subte. Claro que son inversiones mayores y con menos visibilidad.
–Usted fue distinguida como una de las legisladoras más laboriosas por cuarto año consecutivo. ¿Dónde tiene más trabajo ahora, en la Legislatura o en el peronismo?
–(Risas) Hasta ahora tuve más trabajo en la Legislatura. Y creo que se viene una etapa de mucho trabajo en el peronismo. Es una necesidad y, como decía Evita, “donde hay una necesidad, hay un derecho”.
–¿Cuál es la necesidad?
–Volver al poder. Este es un gobierno que no contempla las necesidades de los más humildes, y su variable de ajuste son las clases media y baja. Para eso tenemos que convertirnos de vuelta en una opción de gestión y de gobierno para la ciudadanía.
–¿Cuál sería la fórmula para volver al poder?
–Creo que el peronismo tiene que adaptarse a las circunstancias y modernizarse, si se quiere, y así lograr tener una propuesta de gestión y de ciudad. Yo creo que estas derrotas sucesivas que sufrimos deberían servir para que el peronismo rediscuta la forma de comunicar la política y de cómo se conforman las listas. Me parece que, institucionalmente, lo primero que hay que hacer es dar un mensaje clave hacia la sociedad de que hay un peronismo moderno. Después, consensuar una lista única de candidatos puede ser una forma, siempre y cuando esté realizada con base en la legitimidad y en la representación de todos. Y si eso no se logra, la demostración más cabal de que hay voluntad de modernizar el partido es con una interna.
–Hubo internas en las elecciones porteñas entre el peronismo y el kirchnerismo. ¿Eso ya se traduce en un interbloque en la Legislatura?
–Vamos a constituir un interbloque. Nosotros venimos conversando con el diputado Carlos Tomada, desde hace varios meses, sobre esa posibilidad y ya lo decidimos. Ahora tenemos que avanzar con respecto a qué haremos en las votaciones de los proyectos que presente el oficialismo. Ya dimos el primer paso, que es muy importante. Después tendremos que ver con qué dinámica trabajamos en conjunto. Cuando yo ingresé en la Legislatura también participé en un interbloque y lo que hacíamos era tener primero una reunión de bloque y luego los presidentes de cada bloque coordinaban los detalles finales. Es posible que se dé de esa forma, aunque la verdad es que somos en total 12 diputados, por lo que podríamos reunirnos todos. Ya veremos lo que es más conveniente.
–Usted será la líder del Bloque Peronista.
–Tengo la suerte de que mis compañeros me renovaron su voto de confianza para que yo sea la presidenta de ese bloque.
–¿El peronismo porteño es distinto al bonaerense, que en las elecciones fue dividido?
–Yo no sé si el peronismo porteño es diferente a otros peronismos. Sí puedo decir que el distrito, la Ciudad de Buenos Aires, tiene un electorado con un comportamiento diferente a otros. Y nosotros somos un reflejo de eso. Aunque en los últimos años no ocurre, esta Ciudad tiende a ser opositora al oficialismo, y nosotros esperamos llegar a eso. La Ciudad tiene una dinámica diferente porque el electorado es independiente en su mayoría y cambia de voto, no lo fideliza.
–¿Tiene algo para enseñarle el peronismo porteño al bonaerense o al nacional? La decisión de Pichetto de excluir a Cristina Kirchner del bloque de senadores ejemplifica la realidad del PJ.
–No me parece que sea una buena señal hacia afuera excluir a una compañera. No sé si la de Pichetto es la decisión más acertada, y desconozco la relación política y personal que pueden tener entre ellos, pero sí me parece, a priori, que no hay necesidad y no es una buena señal. Aparte, Cristina es un cuadro que ya demostró su capacidad de discusión en los ámbitos parlamentarios.
En primer plano
• Un objetivo político. “Me gustaría que el peronismo ganara la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.”
• Un objetivo personal. “Terminar mi tesis de Políticas Públicas el año que viene.”
• Un plan de fin de semana. “Salir a comer con mis hijos y mi marido, y mirar televisión.”
• Un momento de su vida. “Cuando mi hija me acompañó a jurar como diputada y se emocionó.”
