Hubo once heridos menos que en el 2016 y entre los casos más graves se encuentra el de una niña de 7 años que deberá ser operada de un ojo en el Hospital Gutiérrez.
En el Hospital del Quemado se informó un total de 14 heridos, nueve adultos y cinco menores. La mayoría de los pacientes fueron dados de alta. Sólo quedó internado un hombre de 30 años, quien sufrió heridas de segundo grado en el 20% de su cuerpo después de que un artefacto de pirotecnia entrara por la ventanilla del auto, explotara y le quemara la cara y los brazos.
“Todos los años veo que los artefactos de pirotecnia entran por los techos de las casas y por las ventanillas de los vehículos”, dijo la jefa de guardia del hospital, Analía Aloisio.
La médica agregó que entre los casos atendidos “no hubo perdidas oculares, de falanges de manos o amputaciones”, y dijo que “en comparación a otros años, estuvo bastante tranquilo”.
“Hace 20 años que estoy en el hospital y una noche durante fiestas pasadas atendí a más de 500 personas”, afirmó Aloisio, al destacar la baja cantidad de heridos de este año.
Por su parte, en el hospital oftalmológico Pedro Lagleyze se atendieron a unas 14 personas, ocho adultos y seis personas.
El caso más grande es el de una nena de siete años que sufrió una herida penetrante en un ojo, producto de la pirotecnia y fue trasladada al Hospital Juan Gutiérrez, donde será operada a lo largo de la tarde.
Además, hay una adolescente internada a raíz de una contusión en su cabeza, producto de una caída.
A su vez, el Ministerio de Salud porteño informó que en el hospital Santa Lucía se recibieron a 33 pacientes de los cuales 28 fueron por pirotecnia, uno por corchazo, uno por accidente de auto y 3 por agresiones.
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