Una participa de los cacerolazos que se realizan en la Plaza Lavalle contra la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la otra recusó a los nueve miembros de este tribunal por "dudar de la independencia e imparcialidad" y denuncio ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación, a los pertenecientes a la denominada "mayoría absoluta", por prevaricato. La primera es Vilma Ripoll, legisladora porteña por Izquierda Unida, la otra es la ombusdman porteña, Alicia Oliveira.
Tienen dos maneras distintas de entender la política. Mientras que días antes del 20 de diciembre, Ripoll "escrachaba" a los bancos y a la Bolsa de Comercio por considerar que ahí estaba la cueva de buitres que denunciaba Cavallo, Oliveira estaba desbordada de trabajo a raíz de las presentaciones judiciales contra el corralito.
EL CAMINO DE OLIVEIRA
La ombusdman porteña presentó una denuncia contra cinco de los nueve miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Los acusa de prevaricato. Basa sus argumentos en la causa iniciada por la Defensoría a raíz del "corralito" bancario. La denuncia de Oliveira es contra los jueces pertenecientes a la denominada "mayoría automática" (Moliné ´Connor, Nazareno, López, Belluscio y Boggiano)
Oliveira denunció ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados que "cinco integrantes de esta Corte Suprema cometieron un delito con su accionar cuando al pretender que las leyes rijan desde el momento que a ellos les parece, obviando los plazos que el Código Civil establece".
La defensora porteña realizó en diciembre una presentación en la Justicia para que los ahorristas de la ciudad de Buenos Aires pudieran acceder a sus ahorros sin restricción alguna; el Juez Silva Garretón hizo lugar a esta presentación pero la Corte Suprema suspendió la medida cautelar desconociendo los plazos impuestos por el Código Civil, que establece que las leyes deben regir después de los ocho días de su publicación a menos que en la ley sea designado otro tiempo.
"Ni siquiera un estudiante de primer año de Derecho – señaló Oliveira – puede desconocer esto; por eso me sorprende que el Dr. Belluscio, quien ha escrito libros explicando el Código Civil, hoy lo desconozca".
LA SENDA CALLEJERA
Ripoll considera que el camino para echar a la Corte Suprema de Justicia es la gente, y que para ello debe mantenerse el mismo vigor en los cacerolazos de los jueves. "El juicio político que lleve adelante el actual Congreso, que carece de legitimidad política, no es confiable. La única garantía para lograr que se vaya la Corte Suprema corrupta es mantener los cacerolazos todos los jueves."
"Nuestra propuesta para que haya un cambio de fondo en el sistema judicial es que todos los jueces sean electos por voto popular, tal como lo propone la Asamblea Interbarrial de Parque Centenario", concluyo la legisladora porteña.