El recambio de embajadores fue mutuo. Mientras que el nuevo embajador argentino en Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, reemplaza a su antecesor Martín Lousteau, Edward Charles Prado es quien llega desde Washington a la Argentina para reemplazar a Noah Mamet.
Este intercambio de embajadores casi en simultáneo trae un análisis aparejado sobre a quién enviamos a la máxima potencia mundial y quién llega a nuestras arcas.
En este último punto, queda claro por qué Prado consiguió este puesto: fue mencionado en el 2005 como un serio candidato a integrar la Corte Suprema de Estados Unidos, y fue durante 19 años juez del Distrito Oeste de Texas, y durante los últimos 14 años se desempeñó en el Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Quinto Circuito, un puesto de enorme poder al que llegó tras ser nominado por George W. Bush.
Con sus 70 años, además, habla un fluido español con acento mexicano.
Pero, ¿por qué Oris de Roa?
Sus méritos para su nuevo cargo se reducen a una relación fluida con Estados Unidos desde el sector privado.
Así, el nuevo embajador que el presidente Mauricio Macri nombró por decreto, salteando al Senado de la Nación, trae larga trayectoria en puestos ejecutivos en empresas del sector agropecuario.
Entre 1970 y 1993 fue presidente de la Compañía Continental de Cereales. Previamente, había ocupado puestos gerenciales de esa misma empresa en Estados Unidos, Brasil, España y Suiza. Más tarde, adquirió la procesadora y exportadora de limones San Miguel, en la provincia de Tucumán.
Por otro lado, en 1999 fue coautor del libro Solvencia emocional. Aprendiendo a generar bienestar, junto con María Carmen Gear y Ernesto César Liendo.
Su perfil empresarial se reforzó en 2003 hasta el 2011, cuando lideró la empresa avicultora Avex S.A., en Córdoba.
Y desde ese último año dirige Expofrut S.A., dedicada al procesamiento y exportación de peras y manzanas en la provincia de Río Negro. También forma parte de la conducción de Pequeña Destilería Argentina y de Orocobre, empresa dedicada a la extracción de litio en el salar de Olaroz, provincia de Jujuy.
Su contacto con el gigante norteamericano se dio también desde el ámbito académico, ya que realizó una maestría en Administración Pública en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
En otros ítems de su extenso currículum, puede nombrarse que fue asesor en temas institucionales en la Corte Penal Internacional en La Haya, subsecretario de Inversiones de la Ciudad dentro del Ministerio de Modernización encabezado por Andy Freire, formó parte del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, y ha sido miembro del Consejo Consultivo del David Rockefeller Center For Latin American Studies y del consejo de administración de la Universidad de San Andrés.
Ahora, las relaciones bilaterales entre ambos países tienen nuevos ejes, nuevas perspectivas trajo también cambios en las decisiones respecto a este tema y su influencia directa con las relaciones bilaterales entre ambos países. Incluso, ganó nuevas rispideces por el conflicto con el biodiesel.
Así, cuando el nuevo embajador llegó al gigante norteamericano para recibir las cartas credenciales de Donald Trump y comenzar su trabajo Oris de Roa adelantó que la Argentina presentará ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) una demanda por la prohibición de importación de biodiesel. Pero para el designado embajador argentino esto no será un escollo en las relaciones bilaterales. “Se trata de madurez en la relación. Lo que molestan son los golpes de timón pero no los procesos establecidos”, explicó.