A raíz de una nota titulada "Los remiseros se quejaron de los inspectores y de SACTA", que NOTICIAS URBANAS publicó el 28 de mayo último, el subsecretario de Tránsito y Transporte, Horacio Blot, envió a los involucrados en el tema una carta en la que intentaba rebatir la denuncia que efectuó la Cámara Argentina de Agencias de Remises en otra carta, ésta dirigida al jefe de Gobierno, que dio origen a la publicación.
Blot centra su respuesta a NOTICIAS URBANAS en cuatro puntos. En el primero, cuestiona que este medio no haya incluído en su crónica el hecho de que la cámara que agrupa a los remiseros haya destacado la labor que realizan los inspectores a su cargo.
En segunda instancia, el subsecretario manifiesta que "la falta de efectividad de la Dirección General de Habilitaciones y Verificaciones manifestada por la CAAR va a ser solucionada por la nueva estructura planteada por sus actuales autoridades, a las cuales el Sr. Jefe de Gabinete dio directivas para que prioricen la clausura de agencias ilegales de remises".
En este punto, el funcionario pareciera reconocer la veracidad de la denuncia de CAAR, ya que promete una futura solución, aceptando de manera implícita la "falta de efectividad" en el accionar de los inspectores porteños.
En el punto tres, el señor subsecretario hace una defensa -quizás algo exagerada- de SACTA, una empresa prestataria del Gobierno porteño para el control de los vehículos de transporte público. Los empresarios de remises habían denunciado que para aprobar la revisión técnica era necesario "olvidar" un billete de diez pesos en el espejo, para que los inspectores de la empresa lo "encontraran".
En este caso, Blot contesta que los remiseros deberían haber denunciado los hechos "con datos precisos ante esta Subsecretaría, la que no se efectuó, por lo que se presume que carece de fundamento, máxime cuando la misma proviene de un sector que tiene solamente 2.300 vehículos habilitados, frente a los 38.500 taxis que tiene la ciudad de Buenos Aires y de los cuales no se ha recibido denuncia alguna".
Finalmente, el subsecretario duda de las intenciones de los remiseros al hacer esta denuncia, ya que -según manifiesta- SACTA se encuentra llevando a cabo una gran cantidad de inspecciones, que habrían llegado a las 3000, de las cuales el 20 por ciento habrían sido hechas sobre vehículos conducidos por personal no habilitado. De todos modos, este hecho coincide con la solicitud de CAAR, que exige que se cierren las remiserías no autorizadas.