La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuestionó en duros términos al presidente Mauricio Macri, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a la formación actual que recibe la policía al referirse al caso de Luis Chocobar y el cadete Emanuel Garay, el joven de 19 años que falleció en La Rioja tras un entrenamiento extremo.
La referente de derechos humanos habló de la muerte de Garay. “Es una noticia muy aberrante, tremendamente delicada, afecta a todos los argentinos, es un caso parecido al caso Carrasco. Esto merece una investigación profunda”, consideró.
Carlotto sostuvo que “habría que hacer un cambio general”. “Si formamos a la policía en crueldad, responde con crueldad también y de alguna manera en vez de tener la mente sana y propicia para la defensa de otros ciudadanos de los delincuentes y de una manera correcta, sacan el revolver y gatillean sin preguntar o por la espalda que está pasando también, esto se transforma en una caza de torturas más que en una formación”.
“Esto de que hoy la policía sea dueña de la vida y la muerte lo vamos a denunciar permanentemente los organismos de derechos humanos”, expresó en referencia al caso del agente Luis Chocobar. Consultada por el hecho que Macri y Bullrich lo recibieran en la Casa Rosada luego de que la Justicia lo embargara, afirmó: “No me sorprende porque lo realmente lo que quieren es demostrar que la policía puede hacer lo que le parezca, matar por la espalda, torturar, en fin hacer estas acciones de violencia y violatorias de los DD.HH. sin responsabilidad de tener que rendir sus actos”.
Y amplió: “La ministra está cometiendo unos disparates tremendos, yo no sé que la mueve a formar gente que se cree que porque viste un uniforme puede jugar con la vida de los demás. Yo estoy convencida que a la policía en general del todo el país no se la forma debidamente, porque han incorporado mucha gente joven que realmente no sabe ni manejar un arma, y por ahí si no se lo entrena para el respeto a la vida propia y ajena de no disparar y menos cuando una persona sin arma visible va corriendo para salvarse, creo que hay mucho para denunciar, averiguar y cambiar”.
En ese sentido, lamentó que el jefe de Estado no felicitara la labor de su institución pero si la del agente Chocobar: “Nunca el Presidente se dignó a decir ‘señoras que bien’, nunca. No nos recibió, no nos quiso recibir, alegó que no tenía tiempo y que no lo molestáramos prácticamente, luego tardíamente nos recibió en una reunión que no tuvo resultados. Está levantando lo irregular, lo delictivo, para imponer la fuerza de los uniformados, como que son dueños de hacer lo que quieren, y eso es malísmo porque hay gente que se lo cree que está bien y los propios uniformados por supuesto”.
Finalmente, lamentó: “Matar para los uniformados es fácil. Están combatiendo a los que hacen protestas para reclamar derechos, entonces estamos confundiendo todo lo que es una realidad que tendría que ser democracia completamente distinta, es muy peligrosa y da rememoranza. Porque esta crueldad parecía la de un campo de concentración”, concluyó.