Un reciente informe elaborado por el diario “El País” de Madrid da cuenta de que la Banca privada d’Andorra (BPA) se negó a abrir en agosto de 2008 dos cuentas al entonces gobernador de Neuquén Jorge Augusto Sapag.
Según dejó trascender la entidad bancaria, Sapag que ocupó el cargo entre 2007 y 2015, planeó ingresar en este banco cinco millones de dólares (alrededor de cuatro millones de euros) distribuyendo los fondos en dos depósitos vinculados a sociedades creadas en el paraíso fiscal de Belice, según un acta confidencial de la BPA.
Como beneficiario de una de estas cuentas, Sapag quiso incluir al exsecretario de Recursos Naturales y exministro de Energía de Neuquén, Guillermo Coco.
Siempre según señala el diario español, el banco calificó a Sapag de Persona Políticamente Expuesta (PEP), que es como se denominan en la jerga financiera a personalidades que, por ocupar o haber ocupado un cargo público, deben someterse a un control para prevenir el blanqueo.
La BPA rechazó a Sapag y Coco como clientes al sospechar que su dinero procedía de sobornos.
“Los fondos corresponden a comisiones y regalías originadas por las intermediaciones en las renegociaciones de las concesiones que se otorgan periódicamente a empresas reconocidas en la explotación de petróleo en esa región”, recogió el banco en un informe interno fechado el 6 de agosto de 2008.