La legisladora porteña Beatriz Baltroc, quien fue reelecta para un segundo mandato integrando las listas del PRD- firmó un cheque de 10.000 pesos que figura como rechazado en la página web del Banco Central de la República Argentina, donde también se informa que existen otros 18 cheques que -entre febrero de 2001 y julio de 2002- sufrieron la misma suerte, aunque cuatro fueron levantados. Por este motivo, el organismo controlador del sistema financiero catalogó a la dirigente en situación "4" y "5", en los bancos Ciudad e Itaú, respectivamente.
El Banco Central lleva un registro de los deudores bancarios que va del 1 al 6, cuya posibilidad de cobro empeora a medida que sube su clasificación numérica. Así, los clasificados "1", son deudores de cumplimiento normal; "2", con riesgo potencial, "3", con problemas; "4", con alto grado de insolvencia; "5", irrecuperables; y "6", irrecuperables por disposición técnica.
La denuncia la hizo una militante del ARI, quien se acercó expresamente a este medio para difundirla y pidió mantener en reserva su identidad. Esta persona trabajó con Baltroc y acusó al jefe de despacho de la legisladora, que también era el psiquiatra de la denunciante, de pedirle prestados 10.000 dólares en septiembre de 2001. Como garantía, el profesional le entregó un cheque en pesos firmado por Baltroc, que figura entre los rechazados.
El psiquiatra Héctor Eyzaguirre comenzó a tratar a la denunciante en junio de 1996 por un cuadro de depresión posparto, complicado por un trastorno de ansiedad, razón por la cual, su grado de vulnerabilidad era mayúsculo. Según afirmó la militante, su terapeuta la había "colocado en una posición de dependencia, haciéndole creer que era su salvador y que el resto de las personas que la rodeaban querían perjudicarla".
Durante el proceso de recuperación, en septiembre de 2001, Eyzaguirre le pidió prestados 10.000 dólares, que supuestamente iban a ser utilizados para la campaña electoral del ARI, con miras a la elección de diputados y senadores que se llevó a cabo el 14 de octubre de ese año. Le habría prometido que le pagaría intereses mensuales y le entregó como garantía, cuando aún regía la convertibilidad, un cheque de pago diferido por 10.000 pesos, que vencía el 20 de marzo de 2002 y que estaba firmado por su jefa, la legisladora porteña Beatriz Baltroc. Él habría estado inhabilitado para disponer de una chequera.
Durante los dos primeros meses, la denunciante cobró sin problemas los intereses acordados, pero de golpe cesaron los pagos. Inmediatamente, Eyzaguirre le ofreció un cargo en planta transitoria en la Legislatura de la Ciudad -en la oficina de Baltroc- por 346 pesos mensuales. El nombramiento se hizo efectivo poco antes de la fecha de cobro del cheque.
El jefe de despacho de Baltroc no sólo no pagó los intereses sino que además retrasaba la devolución del préstamo. Así transcurrió el tiempo hasta que, el 2 de enero de 2003, la militante del ARI depositó el cheque y el 3 se lo rechazaron porque estaba cerrada la cuenta del Banco Itaú. Otros 18 cheques, también firmados por la diputada, la mayoría de una cuenta del Banco Itaú, habían sido rechazados entre el 14 de febrero de 2001 y el 11 de julio de 2002.
Acompañada por Diego Kravetz -primer legislador electo por el Partido de la Revolución Democrática (PRD)-, Baltroc concurrió a una audiencia de mediación en la que no realizó oferta alguna. Con posterioridad, Kravetz, quien en la audiencia ofició de abogado, se puso en contacto telefónico con uno de los letrados de la denunciante y le ofreció pagarle la suma en quince cuotas de mil pesos, pero la militante no aceptó porque no creyó que su ex psiquiatra y la diputada fueran a cumplir con el nuevo acuerdo.
Fue entonces, el 14 de marzo de 2003, que los abogados de la victima iniciaron un juicio ejecutivo ante la Secretaría 45º del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial 23º, que les fue desfavorable porque el cheque, como título ejecutivo, venció a los 30 días de estar habilitado para su cobro.
¿ESTAFA?
"Hay datos importantes a tener en cuenta: ella comenzó a trabajar en abril de 2002, antes de que venciera la posibilidad de depositar el cheque, con lo cual, al tener ella una dependencia laboral de Baltroc, le era muy difícil tratar de cobrar el cheque por la vía bancaria, porque tal vez si lo depositaba perdía el trabajo, hecho que después ocurrió cuando decidimos iniciar el juicio", expresaron los abogados de la denunciante.
"Fue engañada en su buena fe -agregaron-, primero al decirle que el dinero que prestaba era para la campaña del ARI, segundo al decirle que no le devolvía el dinero poniendo como excusa el corralito financiero y luego porque se lo habían quedado los socialistas".
Además señalaron: "Tanto Eyzaguirre como Baltroc la bicicletearon de todas las maneras posibles, incluso no compareciendo a la segunda audiencia de mediación, alegando grave enfermedad de Diego Kravetz, pese a que a una mediación puede concurrir cualquier abogado".
"Además fue sometida a diversas acciones intimidatorias. No sólo las llamadas de Eyzaguirre, sino también las cartas documento que le envió Baltroc, donde dice que le iniciará querella por calumnias e injurias ", informaron los letrados.
DE CARRIÓ, ZAMORA Y BONASSO
"El día domingo 16 de febrero de 2003, Elisa Carrió me recibió en su domicilio particular. En veinte minutos le relaté lo que me había ocurrido con Baltroc y Eyzaguirre. Me interesaba saber si el dinero dado en préstamo había llegado al ARI. Me refirió que ‘el ARI no recaudaba dinero de esa manera’. También me dijo que iniciara las acciones judiciales, y que la ‘mantuviera al tanto’, es decir, me dio su aval para lo que hiciera falta y me aseguró, ante mi pregunta por lo sucedido, ‘eso no era el ARI’. Por esa respuesta, es que sigo militando", afirmó la denunciante.
Baltroc se fue del ARI el 4 abril a través de una carta que dirigió a la militancia en la que señaló su disconformidad con la incorporación del diputado nacional Gustavo Gutiérrez como candidato a vicepresidente y el apoyo a la reelección de Aníbal Ibarra, de quien en su momento dijo: "Traicionó el mandato popular que lo llevó al gobierno transando con las corporaciones, avalando la enajenación de bienes públicos, avasallando derechos básicos y habilitando el clientelismo político".
Baltroc intentó unirse a Autodeterminación y Libertad, pero Luis Zamora le negó el paso, como luego también lo hizo con el resto de los partidos de izquierda, porque afirma no creer en las alianzas electorales.
En cambio, Bonasso no hizo nada para impedir que una candidata sospechada integrara sus listas. La legisladora porteña fue reelecta el 24 de agosto desde el segundo lugar en la nómina del PRD, partido que apoyó la reelección del jefe de Gobierno, de quien Baltroc había dicho que era un traidor.