Se construirá un barrio donde había una ciudad

Se construirá un barrio donde había una ciudad

En los terrenos de lo que alguna vez quiso ser la Ciudad Deportiva de Boca Junios, la empresa IRSA se propone construir un barrio en el que habrá desde torres de once pisos hasta lotes para viviendas individuales. Habrá también edificios de cuatro a ocho pisos y canales y amarras para la actividad náutica


En febrero de 2002 está previsto que comiencen a construirse las obras para erigir un nuevo barrio, en las 70 hectáreas de lo que alguna vez quiso ser la Ciudad Deportiva de Boca Juniors. La empresa IRSA, que encabeza Eduardo Elsztain, que es ahora la propietaria de los terrenos, estará a cargo del proyecto.

Será un barrio que albergará a sectores de clase media alta, con el acceso restringido por razones de seguridad. Se construirán alrededor de 715 mil metros cuadrados. En su extremo sur, en las cercanías de la Central Costanera, se levantarán once torres de 28 pisos. Yendo hacia el norte, en la zona media, se construirán edificios de ocho pisos como máximo, y a continuación se comercializarán lotes para erigir viviendas individuales, cerca de las cuales habrá canales, previstos para la actividad náutica.

Si bien se anuncia que en los dos primeros meses del año próximo comenzarán a realizarse las obras de infraestructura –a un costo de 30 millones de dólares- lo cierto es que IRSA aún no presentó ante las autoridades los estudios de impacto ambiental que exigen los emprendimientos de esta naturaleza.

La empresa prevé que a mediados de 2003 saldrán a la venta los primeros lotes y algunos edificios, que deberán ser construidos de acuerdo a los patrones de diseño preestablecidos por ellos mismos. IRSA se asociará con otras empresas inmobiliarias en diferentes etapas de la obra.

Un poco de historia

En 1964, el emprendedor presidente de Boca, Alberto J. Armando, consiguió que el Congreso Nacional lo autorizara a rellenar 40 hectáreas sobre la costa del Río de la Plata. Poco después, Armando anunciaba que el 25 de mayo de 1975, "llueva o truene", Boca iba a inaugurar en ese mismo sitio, el nuevo estadio de fútbol. Años después, un dictador en retirada –el general Alejandro Agustín Lanusse– le concedió la exención impositiva a cambio de una pesada promesa que Armando tuvo que cumplir: acompañar al brigadier Ezequiel Martínez, que había formado un efímero partido político que se proponía heredar a la dictadura lanussista, como candidato a vicepresidente. Luego del trago amargo, en 1982, otro brigadier –Osvaldo Cacciatore, intendente de otra dictadura en retirada- le concedió al club de la ribera la posesión legal del terreno ganado al río, que hasta entonces lo usufructuaba en concesión.

En 1989, finalmente, el presidente Carlos Menem levantó la prohibición de vender el predio que le había impuesto Cacciatore. Finalmente, en 1991, el presidente de Boca, Antonio Alegre, vendió el predio en 22 millones al grupo inversor Santa María del Plata, que lo cedió seis años después a IRSA a cambio de 61, 5 millones de pesos.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...