Aniko Villalba: cuando vivir viajando deja de ser un sueño

Aniko Villalba: cuando vivir viajando deja de ser un sueño

Nació en Buenos Aires, pero al terminar la universidad empezó a recorrer el mundo trabajando desde cualquier punto que tenga acceso a internet. Edita sus propios libros y asegura: “Es necesario escribir con sinceridad”.


Aniko Villalba es bloggera, autora de tres libros, fotógrafa, escriviviente, tallerista y oradora TED. Pero más que las etiquetas es el ejemplo de que se puede vivir viajando, que ser nómada digital es una realidad. En 2008 terminó la carrera de comunicación social y empezó a viajar, al contar la idea la gente le decía que estaba loca, que no iba a poder. Hoy, esas personas le dicen “qué bueno, cómo hiciste, yo quiero hacer lo mismo”, cuenta en la entrevista con Noticias Urbanas en un café de Biarritz, la ciudad costera en el país vasco francés donde vive.

“Me pasó con gente que me decía que estaba loca, ahora me dice qué bueno, yo quiero hacerlo. Hay gente que me dice que tuve suerte o ponen excusas y algunos me dicen ‘pensé que no lo ibas a lograr’, y me felicitan porque ven que sí, que pude”, agrega Villalba, que lleva adelante dos blogs, Viajando por Ahí y Escribir.me.

Se define como nómada digital, una persona que lleva su oficina en la mochila y precisa solo de una conexión a internet para trabajar desde cualquier parte del mundo, pero se presta al ejercicio de imaginar cómo habrá sido en tiempos previos a internet. “Eran nómadas sin lo digital. Antes de conocer un nómada digital conocí muchos viajeros que hacían trabajos estacionales, juntaban plata y seguían viajando. Se me hace difícil pensar antes de internet, pero se hacía. Era otra la manera de pensar el trabajo, no había manera de estar comunicado todo el día, pero había mucha gente que vivía así”.

-En la actualidad muchos trabajos, antes de oficina, se pueden hacer de manera retoma, ¿somos todos potenciales nómadas digitales?

-No va solo por la tecnología. Es estar cambiando de estilo de vida por completo. Una cosa es decir ‘no voy a la oficina, trabajo desde casa’, y otra es ‘no voy más a la oficina pero trabajo desde cualquier lugar del mundo mientras me voy moviendo’. Hay que entender que vas a estar siempre lejos, sin la familia, sin un grupo fijo de amigos. A mi moverme me cansa. Antes me movía más rápido, ahora necesito estar algunos meses en un lugar, hacer un poco de base.

-Contaste que te cansaste de viajar, de ese ritmo de cambiar de ciudades todo el tiempo, pero que igual vas a seguir viajando…

-No sé si quiero hacer viajes tan largos. En enero estuve en Rusia pero pocos días, unos 20 en total. Pero no me fui nómada digital, sino de vacaciones, como al principio, de un lado al otro, cambiando de ciudad. Pero por un tiempo determinado. Fui, lo hago, disfruto del viaje y vuelvo. No quiero moverme con todo.

Sobre su paso por Rusia, sede del próximo mundial de fútbol, Aniko detalla: “Me encantó, estuve en Moscú y San Petesburgo. Fui en tren desde París, son 48 horas de viaje, y como era invierno estaba todo nevado, y amo la nieve. Ver Moscú tapada de blanco con esos edificios color pastel, verdes, amarillos, rosas… me llamó mucho la atención la arquitectura. Me encantó la gente. Está el estereotipo de los rusos, que son fríos y distantes. Pero me encontré con otra cosa. Tuve buenas experiencias, me hablaban en la calle, concurrí a un evento de políglotas y me encontré con rusos que hablan castellano con acento argentino y que les encanta Argentina y su sueño es ir a Argentina a bailar tango, miran películas de Darín. Esa cercanía en un lugar tan lejano me encantó”.

“Como turista me recibieron muy bien. Es difícil porque casi todo está escrito en cirílico y entonces para hacer una combinación de metro es difícil, los guardias de seguridad no hablan inglés, entonces es confuso. Pero imagino que para el mundial van a solucionarlo”, agrega.

-En pocos días vas a brindar el Laboratorio Creativo en Madrid, de qué se trata, y qué puede enseñarse en un taller y qué no.

-En este taller que damos junto a Carolina Chavate decimos que no vamos a enseñar nada sino a compartir. Es para poder tener creatividad en el día a día, para la gente que dice ‘me gustaría escribir pero no me sale, quiero dibujar pero no tengo tiempo’. En el caso de los talleres de escritura de viajes, tampoco digo enseñar, sino compartir. Mostrar autores que me gustan, textos que me atrapan, maneras de escribir que no me gustan. Y se trata de leer y comentar. Siempre pido que lleven textos propios, que se leen y comentan entre todos.

-Presentaste el Mapa subjetivo de viajes, un journal para documentar viajes. En tu experiencia hubo cosas que elegiste contar y otras que no, ¿cuál es el filtro para elegir qué cosa se escribe y cuál no?

-Cuando a mi algo me mueve o me toca. En el blog hay tantos post que miro y pienso que antes me interesaba contar algunas cosas que ahora ya no. Depende mucho lo que siento en el momento. No suelo tener un tema, llegar y decir ‘voy a hablar de la historia’. Me gusta hablar más de historias de hospitalidad o historias con la gente o si es un viaje más interno como el de Rusia, contar un poco todo eso. Trato de pensar que sea interesante para el que lo lee. No contar me pasó tal cosa, comí esto acá, sino ir de eso particular que me pasó a mí a algo más universal, con lo que el otro pueda sentirse identificado.

-Pero ese filtro va cambiando también con los viajes mismos…

-En mi caso siempre tiene que ver con el viaje interior. Me gusta hablar de los lugares, pero me gusta contar como yo me siento ahí, o que recuerdos me trae, porque la escritura de guías me aburre. Si escribo algo que me aburre, siento que al lector lo va a aburrir también y no lo escribo. Trato que a mí también me entretenga.

-Contas cosas de tu vida privada pero conservas la intimidad, ¿cómo nivelas eso?

-Siempre está bueno mantener intimidad, algo que la gente no sepa. A veces me escriben mails y me dicen ‘siento que somos amigas, vos que contas tanto’. Y si, es verdad, cuento un montón, pero decido qué cuento y que no. Hay un montón de cosas que me pasaron, más allá de mi pareja, estados de ánimo, cosas que nunca conté, porque eran para compartir con la familia, con los amigos o con nadie. Cuento algunas cosas porque leyendo autores me siento reconfortada con lo que dicen, y si estoy en un momento difícil pienso capaz a otra persona le puede pasar lo mismo y sentirse acompañada. Por eso comparto cosas como que me cansé de viajar. Para mí es necesario escribir con sinceridad. No me interesa ser farandulera ni me interesa que se hable de mi vida privada, me interesa contar como vivo los viajes.

-¿En ese intento de contar los viajes pero con sinceridad, te das cuenta fácil qué cosas de tu vida privada pueden generar empatía?

-A veces son intuiciones, a veces me gustaría contar más cosas pero no me animo, porque si la gente me lee porque escribo de viajes, no quiero empezar a bajonear con otras cosas y lo escribo solo para mí. Es prueba y error. Estuve de novia con un argentino que nos mostramos mucho en público, en las redes sociales, y cuando nos separamos sentí que tenía que dar explicaciones, y dije eso no quiero repetirlo. Después conocí a L, que no lo menciono, pero le dije, no puedo decir que estoy viajando sola y estoy viajando con vos, entonces quedamos en nombrarlo por su inicial.

-¿Cuánta gente te pregunta “quiero hacer lo mismo, y qué consejos le das?

-Es tan difícil, para mí no hay una fórmula. Muchos blogs te venden la receta para vivir viajando, y hay cosas que se pueden hacer, pero eso va de la mano con lo que a la persona le interesa. No puedo decir ponete un negocio online de tal cosa, y hace páginas webs, porque no sé si le gusta eso. Es al revés, a ver qué te gusta, y ver como eso se puede combinar con una vida en movimiento. A veces, simplemente, no sé qué responder.

El mes próximo Aniko Villalba y su pareja se mudan a Ámsterdam. Sobre los planes a futuro, la viajera y escritora comenta: “Quiero dar talleres presenciales de escritura. Y sigo con los libros (los cuales vende de manera online), estoy empezando atrabajar con una editorial en otro material y quiero enfocarme en los talleres de escritura de viaje y escritura creativa”.

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